El verano es el período en el que se registran los mayores niveles de actividad de Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue. Expertos analizaron las estrategias sanitarias y el rol clave que ejerce cada persona para combatir la enfermedad. En Salta y hasta el jueves 26 de enero, se confirmaron tres casos importados.
Con la llegada del calor, la humedad y las lluvias, una enfermedad viral amenaza a las personas. Se trata del dengue, que al igual que el zika y el chikungunya es transmitido por el agente vector Aedes aegypti, el mosquito hembra que pica y contagia si está infectado.
Por eso, desde octubre hasta mayo inclusive, las cifras de contagiados puede subir, especialmente en los meses de verano para evitar el triste récord que Argentina registró en la temporada 2019/2020 con más de 43.000 infecciones y 24 fallecidos.
Para las SE 52/2022 a 02/2023, se registró un promedio semanal de 71 notificaciones. Esto representa un 66% del promedio registrado para las mismas semanas la temporada anterior (2021/2022) y un 26% del promedio registrado en la temporada de 2020-2021.
En Argentina, el dengue es una enfermedad estival, donde el pico de casos se da principalmente entre febrero y abril. Por eso, es importante tomar medidas de prevención para reducir los posibles criaderos del mosquito y estar atentos a sus síntomas.
En la temporada de transmisión, que inició en agosto de 2022, fueron notificados a nivel nacional alrededor de 900 casos sospechosos, de los cuales se confirmaron 13 casos de dengue con antecedente de viaje. Recién en diciembre se diagnosticaron los primeros 3 casos autóctonos, 2 en la ciudad de Córdoba y 1 en CABA. “Del total de casos notificados con sospecha de dengue, el 27% corresponden a casos sospechosos no conclusivos, el 66% han sido descartados, un 5% permanecen en estudio y el restante 2% corresponden a casos confirmados y probables. Las notificaciones se registraron principalmente en la región Centro, seguida por la región NOA”, comunicó el BEN.
Evitar el dengue
“Comienza el período en el que se registran los mayores niveles de actividad de Aedes aegypti, que además coincide con el de circulación viral de dengue, por lo que es importante tomar medidas de prevención adecuadas en los cuatro aspectos principales que son: la reducción de los posibles criaderos de mosquitos, la protección personal para evitar picaduras, la protección de la vivienda para evitar el ingreso del mosquito y estar atentos a los síntomas”, destacó Manuel Espinosa Responsable del Departamento de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos de la Fundación Mundo Sano.
“El Aedes aegypti sólo necesita agua estancada y un poco de sombra para vivir y desarrollarse; por lo que es importante tomar medidas para evitar su proliferación en nuestros hogares. Hay que desechar latas, botellas, o cualquier recipiente que no usemos y en los cuales se pueda acumular el agua. Pero si los utilizamos, es esencial mantenerlos limpios y renovar el agua a diario, como es el caso de los floreros o bebederos de las mascotas”, aseguró la médica Rosana Jordán, Jefa del Servicio de Infectología del Hospital Británico, como primera medida para prevenir la reproducción del agente transmisor.
Si bien estas medidas que tienden a eliminar los potenciales criaderos son las más importantes para evitar la reproducción del mosquito, también hay acciones que la población puede llevar a cabo para prevenir su picadura, como el uso de repelentes, la instalación de mosquiteros y tules en cunas y cochecitos de bebés, además del uso de ropa que cubra brazos y piernas, especialmente cuando se realizan actividades físicas o recreativas en parques, plazas o en la vía pública.
El mosquito es muy fácil de reconocer: es pequeño, de color oscuro, con patas rayadas negras y blancas. La hembra de esta especie se infecta después de alimentarse con sangre de una persona que tiene el virus en su cuerpo y luego de unos días puede transmitirlo a otros seres humanos. “Es importante aclarar que el contagio se produce siempre por la picadura y nunca se da entre personas, a través del aire o por el contacto de objetos”, recalcó Jordán.
En tanto, Paola Caro, directora Médica de Vittal aseguró que se debe combatir al mosquito Aedes aegypti, que se convierte en vector cuando se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas. “Las personas infectadas poseen el virus en el torrente sanguíneo desde 1 día antes y hasta 5 o 6 días posteriores a la aparición de la fiebre”, señaló la experta.
“El dengue es una infección viral, transmitida por la picadura de las hembras infectadas por el género Aedes. Hay cuatro serotipos: DEN 1, DEN 2, DEN 3 y DEN 4. Los mosquitos proliferan dentro y alrededor de las viviendas, es decir tienen hábito peri-domiciliario”, precisó la médica Silvina Ivalo, infectóloga en DIM Centros de Salud.
“Cuando el insecto pica a una persona infectada con un virus del dengue, este ingresa al mismo, por lo que, es portador del mismo y al picar a otra persona, el virus entra en el torrente sanguíneo de la víctima. Cuando una persona se cura del dengue, es inmune a ese tipo de virus que la infectó, pero no a los tres restantes. El riesgo de contraer dengue grave, aumenta si se infecta por segunda vez”, agregó.
¿Cuáles son los síntomas posibles de estas enfermedades?
Los síntomas ante los que se recomienda recurrir al hospital son: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mialgias, conjuntivitis, dolores musculares y articulares, pérdida de apetito y erupciones cutáneas. En ningún caso se recomienda la automedicación previa a la consulta con el médico, ya que puede inhibir los síntomas.
“Hay que prestar atención a la aparición de fiebre, sarpullido, vómitos o dolor abdominal, dolor de cabeza o detrás de los ojos y fuerte dolor muscular y en las articulaciones. Si aparecen estas señales, es muy importante no automedicarse y acudir de inmediato a un médico. Algunos casos pueden evolucionar en cuadros graves que requieren internación”, aseguró la doctora Jordán.
Consultada sobre los síntomas, la doctora Caro agregó que el dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad ya que es “una enfermedad sistémica y muy dinámica, con un período de incubación que puede ser de 5 a 7 días”.
“Las infecciones sintomáticas pueden variar desde formas leves de la enfermedad, que solo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días). Además, en el 50% de los casos, los síntomas pueden acompañarse de una erupción cutánea y que algunos casos de dengue pueden evolucionar a formas graves (dengue grave) en las que hay manifestaciones hemorrágicas y pueden llevar a un cuadro de shock”, completó la especialista.
Valeria El Haj, Directora Médica de OSPEDYC precisó a Infobae que “respecto al dengue grave, éste se presenta en aquellos pacientes con diagnóstico de dengue y que tienen los siguientes síntomas: shock hipovolémico por fuga de plasma, distrés respiratorio por acumulación de líquidos, sangrado grave y daño orgánico importante”. “Aquellos pacientes con dengue sin signos de alarma (y sin enfermedades concomitantes) pueden hacer seguimiento ambulatorio de la enfermedad mientras que, en los demás casos, se requiere internación. Asimismo, quienes poseen dengue y comparten síntomas con el COVID-19, es indispensable que no se automediquen y concurran de manera inmediata a la consulta médica”, precisó la profesional.
El Haj explicó cuál es su diagnóstico y cuáles son las medidas de prevención. “El diagnóstico definitivo de infección por dengue se hace en el laboratorio y depende de la detección de anticuerpos específicos, del antígeno viral o el ARN viral en el suero. El hematocrito y el recuento de plaquetas son los exámenes de laboratorio clínico indispensables. Al no existir vacuna, la única forma de controlar la enfermedad es prevenirla”, agregó la especialista.
Medidas de prevención:
– Mantener tapados los tanques y recipientes que colectan agua o pueden recolectarla si llueve.
– Cambiar el agua de los floreros, platos bajo macetas, colectores de desagües.
– Cambiar el agua de los bebederos de animales cada 3 días lavándolos con detergente y esponja.
– Mantener limpias y cloradas o vacías las piletas de natación fuera de la temporada.
– Mantener los patios desmalezados y destapados los desagües de lluvia de los techos y eliminar el agua de los huecos de los árboles.
– Colocar mosquiteros en puertas y ventanas, proteger cunas y coches de bebe con telas mosquiteras.
– Evitar picaduras de los enfermos para evitar la propagación de la enfermedad, utilizando repelentes o insecticidas.
Si existe sospecha de dengue
– Concurrir al centro de salud.
– Evitar el contacto con el mosquito en su hogar mientras está con fiebre o hasta que se descarte el diagnóstico de Dengue. La persona infectada no transmite el virus al mosquito luego del período febril.
– No automedicarse, no usar aspirina, debido a que su efecto puede provocar hemorragias.
“Prevenir el dengue y las otras enfermedades que transmite el Aedes Aegypti es una responsabilidad de cada uno de nosotros. Si seguimos los consejos para evitar su reproducción en nuestras casas y barrios, así como evitamos dentro de lo posible sus picaduras, vamos a lograr disminuir los casos considerablemente”, concluyó la doctora Jordán del Hospital Británico de Buenos Aires.
– Si vas a viajar
Lo primero a tener en cuenta a la hora de viajar es saber si nuestro destino es una zona de riesgo de transmisión de alguna de estas enfermedades. Al momento de exponerse al aire libre se recomienda tomar precauciones durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, ya que son los momentos de mayor actividad del mosquito. Mientras que, para el resto del día, una forma de prevenir las picaduras es utilizando siempre ropa clara que cubra brazos y piernas, y repelente que tiene que ser renovado cada cuatro horas. Dentro de los hospedajes, se recomienda utilizar espirales o tabletas en los ambientes, aires acondicionados o ventiladores para disminuir la actividad del Aedes aegypti, y hacer uso de los mosquiteros del lugar.
– Si te quedas en casa
Hay algunos cuidados dentro del hogar que hay que tener en cuenta para que todos juntos prevengamos al mosquito. Mantener los patios limpios eliminando todos los objetos en desuso que puedan acumular agua, controlar los platos que se encuentran debajo de las macetas y cambiar diariamente el agua de los bebederos de nuestras mascotas, son algunos de los cuidados que podemos realizar. Recordemos que el Aedes aegypti se reproduce a través de huevos que deposita en recipientes y superficies que acumulan agua. No lo hace en charcos, lagunas pantanos, zanjas, ríos o arroyos, por eso, es importante eliminar los posibles criaderos.
A su vez, se recomienda usar repelente cada vez que se esté al aire libre, instalar mosquiteros en puertas y ventanas y colocar espirales o tabletas insecticidas. En época de verano, las piletas de lona con poca agua suelen ser uno de los lugares más buscados por estos mosquitos para depositar sus huevos, por esta razón hay que limpiar frecuentemente los bordes con un cepillo, mantenerlas llenas y con cloro y, cuando no estén en uso, vaciarlas y desarmarlas. En el caso de las piletas de material, además de limpiarla, es importante hacer circular el agua mediante filtros al menos una vez al día.
Fuente: Infobae