La cineasta salteña Daniela Seggiaro estrenó mundialmente su tercer largometraje, el ensayo documental Senda india, en la 46ª edición del Festival des 3 Continents, encuentro internacional dedicado a los cines de África, América Latina y Asia, que se celebra hasta el sábado 23 en la ciudad francesa de Nantes.
Con guion de la propia Daniela Seggiaro, Senda india surge a partir de un registro audiovisual en VHS realizado en el año 1991 por una comunidad wichí, en el marco de la demanda a un privado por usurpación ilegal del territorio. La perspectiva indígena se imprime en esas cintas que recorren el monte chaqueño y en otros documentos que conforman los expedientes del juicio. Durante este proceso de defensa de la propiedad comunitaria, se accede al esfuerzo de comunicación que realizan las comunidades indígenas para que el mundo contemporáneo contemple su funcionamiento social diferente al occidental y profundamente ligado a la preservación de los recursos naturales.
-¿Cómo definís Senda india y cómo fue el recorrido que comenzó en Salta y llegó a Francia?
Fue un trabajo largo, con un recorrido tan intrincado como las sendas del monte. Pero a la vez también fue fascinante. La película está construida en base a un material de archivo de una comunidad wichí, cerca de General Mosconi. en la provincia de Salta.
Ellos filmaron durante 1991 y 1992, a raíz de un proceso judicial en el que estaban inmersos. Son recorridos por el monte y cuestiones muy vinculadas a su vida y al estado wichi, que presentaron como pruebas judiciales. Me siento muy agradecida con ellos porque me lo confiaron para digitalizarlo y llevar adelante la película.
-Esos videos contienen escenas del monte y de la vida en comunidad como pilares de sus reclamos territoriales. ¿Cómo advertiste que allí había una película documental?
Recibí el material cuando era estudiante de cine. Eran unas pocas horas en cassettes VHS que no pude ver por una cuestión de norma. Años después, trabajando en el guion de Husek, mi segunda película -que también trata la temática territorial-, supe que en el Museo del Cine estaban digitalizando VHS. Llevé el material y cuando pudimos verlo quedé fascinada. Siempre había trabajado con otras comunidades más lejanas, no en la zona donde sucede la película. Gracias a esos videos entendí el contexto. Entonces fui a conocer a la comunidad, a investigar y a pensar con ellos si esto podría ser una película. Y me di cuenta de que eso era solo una pequeña parte de una gran cantidad de material filmado.
Miguel Ángel Lorenzo, que era mi camarógrafo, tenía la convicción de que podía convertirse en una película. La custodia de ese archivo no es común, así que mi desafío fue tomarlo como un tesoro y avanzar.
Allí hay unas 30 horas de material. Verlo entero no es tan fácil. Por eso desde el montaje, en el que participó Benjamín Ellenberger, intentamos hacer un soporte cinematográfico que facilite el acceso a la tarea hecha por la propia comunidad.
-Tras el estreno en el Festival des 3 Continents te espera la evaluación final del curso de Actuación y Dirección de Escenas, dictado junto con Daniel Elías a través de la Secretaría de Cultura de Salta. ¿Qué buscás expresar o destacar en estas clases y qué rasgos comunes percibís en las inquietudes de los alumnos?
El curso es una iniciativa buenísima que organiza la Secretaría de Cultura de Salta, que por otra parte me brindó su apoyo para que yo pueda presentar la película en Francia. Me invitó a participar Daniel Elías, un gran amigo y actor a quien admiro y quiero mucho. Conversamos mucho pensando cómo poder transmitir una forma de hacer cine situado, de poner el cuerpo desde la actuación, pero también de poner las relaciones y el encuentro entre nosotros, que es lo que nos permite hacer películas.
La respuesta fue muy interesante porque se anotó mucha gente y conversamos mucho: desde ver películas hasta pensar en escribir escenas. No tanto un guion, pero al menos empezar a filmar y ver en cada escena sobre qué aspecto nos interesa trabajar. Dani aporta desde su experiencia lo particular del trabajo actoral. Y los dos desde la dirección tratamos de acercar el cine a quienes están empezando a estudiar.
Estas iniciativas acercan el quehacer cinematográfico a los territorios donde a veces se siente lejano. Sirven para pensar que podemos hacer cine desde Salta, para encontrarnos y generar comunidad.
-Teniendo en cuenta el Plan de Fomento y el programa Cash Rebate desarrollado en Salta, vos como realizadora, ¿cómo creés que se presenta el panorama del sector en la región?
Salta siempre tuvo grandes cineastas. Tenemos mucha gente que ha desarrollado sus trabajos con una fuerte conciencia del lugar donde trabajan, desde la idea del trabajo situado. Estas iniciativas provinciales van a funcionar en la medida en que continúen con eso que hizo que Salta tenga un trabajo situado, un pensamiento acerca de nuestros quehaceres desde la provincia y el lugar.
En este contexto tan terrible que estamos atravesando todos los cineastas de la Argentina, en donde el Instituto de Cine parece haberse retirado casi totalmente del fomento al cine nacional, las provincias pueden tener una oportunidad. Para fomentar el cine y también para ser espacios de refugio.
Fundamentalmente creo que es útil para pensarnos un poco más a nosotros. No importar fórmulas, sino tener conciencia de quiénes somos, de lo que hacemos, de lo que nos interesa, generando pensamiento o mirada crítica.
-Vos misma estás dando testimonio de lo que ocurre en Salta, porque llegaste con Senda india hasta el Festival des 3 Continents de Nantes.
Sí. Eso me pone muy contenta. Y también expectante con lo que pueda suceder en la provincia, porque sería precioso que continúe. En el festival, el tema de conversación gira en torno de lo preocupante que es la situación de la cultura. También a nivel mundial: en Francia me contaban que están sufriendo grandes recortes*. Creo que es momento de generar comunidad y unirnos, pensarnos y de trabajar juntos para seguir haciendo cine, para seguir llenando la sala y para seguir viajando con nuestras películas, que lo que hacen es mostrar nuestros lugares.
Julia Montesoro
*: El jueves 21, el Festival emitió el siguiente comunicado:
Estamos profundamente preocupados por los recientes anuncios de recortes en las subvenciones para financiar la cultura en la región Pays de la Loire. Esta elección pone en peligro la sostenibilidad de muchos actores culturales, incluido el Festival de los 3 Continentes, que, a partir de 2025, dejará de contar con el apoyo de la Región. Una novedad en sus 46 años de existencia.
Esta decisión marca un alarmante punto de inflexión político para la cultura, un sector ya frágil. Las consecuencias son graves para la diversidad cultural, el acceso a la cultura y el futuro de numerosos acontecimientos que contribuyen a la identidad y vitalidad de nuestro territorio.
La cultura es un vector esencial de cohesión social, reflexión colectiva y desarrollo individual dentro de nuestra sociedad.
El Festival de los 3 Continentes, como actor cultural de la región, participa en esta misión de servicio público.
Fuente: GPS Audiovisual