Denuncian que hay 38 iniciativas en marcha en las Salinas Grandes y en Guayatoyoc que ponen en peligro un recurso vital como el agua. Este fin de semana se realiza un encuentro de comunidades, cientistas sociales, ambientalistas y artistas para advertir sobre el daño ecológico.
Alicia Chalabe, abogada de las comunidades collas de Salinas Grandes y la laguna de Guayatoyoc, entre las provincias de Jujuy y Salta, contó este viernes en una conferencia de prensa, que había pedido al gobierno jujeño, que encabeza Gerardo Morales, información sobre qué proyectos de litio había en esas zonas, pero no consiguió respuesta. Temía que se iniciaran emprendimientos como los de los vecinos salares de Olaroz y Cauchari. Terminó recurriendo a la Justicia y se enteró que hay 38 “proyectos” en las turísticas Salinas Grandes, donde los indígenas también extraen sal y crían animales, y en Guayatoyoc.
El boom del litio se hace esperar
En noviembre pasado, la empresa estatal Jujuy Energía y Minería (Jemse) anunció la licitación de siete áreas y Chalabe volvió a recurrir a los tribunales. “Estamos en tiempo de descuento”, sostuvo quien representa a unas comunidades indígenas que, a diferencia de las de otras zonas de Jujuy y Salta, están en contra del litio por su uso intensivo de un recurso vital y a la vez escaso: el agua.
Maristella Svampa, socióloga, ambientalista, investigadora del Conicet e integrante del CAJE, habló de un “modelo del mal desarrollo”. “El problema de la transición energética no es sólo un cambio de matriz, cambiar los combustibles fósiles (petróleo) por las baterías de litio. Hay una transición que nos quieren imponer el Norte, las corporaciones y el Gobierno. Ven la transición sólo como oportunidad de negocio sin interesarles el territorio y los derechos de los pueblos originarios. Esta visión implica el sacrificio de los territorios. Necesitamos una transición que los respete. El ser humano ha roto su relación con la naturaleza desde el 1600”, alertó Svampa, que llamó a rescatar la mirada ecodependiente de los indígenas y las ecofeministas.
El abogado ambientalista Enrique Viale, también del CAJE, destacó a la “naturaleza como sujeto de derecho”, aunque su postura sea objeto de burlas. “Nos parece normal que empresas tengas derechos casi humanos, pero que la naturaleza los tenga nos parece ridículo”, lamentó Viale. “Las salinas también tienen derechos”, defendió. Su colega y compañero del colectivo, Gastón Chillier, de larga trayectoria en derechos humanos, señaló que “cuando se arrasa el medio ambiente, se arrasa con el derecho a la vida y a la libertad”. “No puede ser que avancen con 38 proyectos en violación no sólo del convenio 169 sino de la propia Constitución”, argumentó Chillier.
Otro sociólogo Bruno Fornillo celebró que La Rioja declarara el litio como recurso estratégico y suspendiera todas las concesiones de litio que había otorgado al sector privado. En esa provincia aún no hay explotación. Fornillo propuso que la rescisión de áreas se generalice a todo el país y que se ponga el acento en el medio ambiente.
Su colega Melisa Argento, también del CAJE, observó que la lucha de las comunidades collas “es asimétrica” frente a un “mundo que avanza sin parar, con un poder arrollador sobre territorios que no aportan” al problema de emisiones de dióxido de carbono, que generan los autos a nafta y gasoil y que serían reemplazado por los de baterías de litio.
“Mi defensa del agua es contra los autos eléctricos Tesla, no contra los autos eléctricos sino contra un modo de consumo de autos de lujo”, sostuvo Argento, mientras en el debate se bogaba por moderar el consumo de movilidad y apoyar el transporte público.
AR/MG
Fuente: www.eldiarioar.com