En medio de la emergencia sociosanitaria declarada en el norte de Salta, donde en lo que va del año ya fallecieron ocho niños y niñas por desnutrición, el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, visitó este jueves la comunidad de Alto de la Sierra, en el departamento de Rivadavia, donde la mayoría de sus habitantes pertenecen a comunidades wichis. Se reunió en un centro comunitario con caciques del lugar y representantes de iglesias evangélicas, entre otros.
«En un contexto que sigue siendo muy crítico, me parece que la crisis está empezando a estabilizarse, en el sentido que están empezando a dar resultado los módulos alimentarios que llegaron a algunos lugares más y a otros menos por el tema de los caminos, pero se están distribuyendo», dijo Arroyo en comunicación telefónica desde la capital salteña, donde mañana inaugurará un centro de primera infancia. «Es un lugar que tiene muchos problemas por el difícil acceso de los caminos, que están anegados por la lluvia», enfatizó
Por otro lado, aseguró que junto con los módulos alimentarios se está haciendo un «rastrillaje» con agentes sanitarios, para detectar casos de riesgo, y que un equipo del ministerio se encuentra trabajando de forma permanente en la zona.
Con respecto a la imposibilidad de acceder a agua segura, una de las mayores problemáticas que azota a las comunidades, dijo: «El Ejército está trabajando en el tema del agua potable y se está haciendo un rastrillaje entre el gobierno de la provincia y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, lo que hace que muchos niños estén internados y con un seguimiento permanente. Muchos terminan siendo derivados al hospital de Tartagal, hoy hay aproximadamente 20 chicos, aunque va variando mucho el número».
Durante el recorrido que hizo LA NACION la semana pasada en la zona de Santa Victoria Este, una de las regiones más postergadas de Salta, los caciques de las comunidades manifestaron que aunque consideran que las medidas tomadas por el gobierno son clave para atender la urgencia, son el equivalente a intentar tapar el sol con un dedo. Su mayor temor es que, aunque la temática está hoy en el centro de la agenda, vuelvan a quedar en el olvido. Sostienen que llevarán años dar respuesta una problemática estructural, en un contexto donde las necesidades son múltiples: algunas de las más urgentes, además de la falta de acceso a agua segura y alimentos, son propuestas sostenidas de desarrollo local acorde a su cultura y la mayor accesibilidad a una atención de la salud de calidad.
Por eso, reclaman un trabajo intersectorial que incluya a los gobiernos nacional, provincial y de los municipios. Pero que no sean decisiones tomadas desde el escritorio, sino que se los incluya y se valore su riqueza cultural, para que las medidas se ajusten a sus modos de vida e idiosincrasia. En ese sentido, una de las principales preocupaciones tiene que ver con las tierras.
Consultado sobre estos reclamos, Arroyo respondió: «No hay solución posible sin un rol activo y participativo de las comunidades. Es lo que ellos plantean y es lo que yo creo. No solo deben estar sentadas en la mesa planteando distintas alternativas -ahora queremos trabajar también en proyectos productivos-, sino que también hay que poder generar políticas duraderas, sostenibles en el tiempo, que tengan que ver con las características de las comunidades».
Una problemática estructural
Más allá de atender la emergencia, Arroyo subrayó la necesidad de » encarar cuestiones más estructurales que tiene que ver con los pozos de agua que están empezando a hacerse y con identificar proyectos productivos que le den mayores posibilidades a las comunidades. Eso es lo que salió de la reunión de hoy, lo que plantearon los propios caciques».
¿Cómo explica que una problemática de tal magnitud se venga perpetuando desde hace décadas? «Me parece que no ha habido la voluntad política de resolverlo desde hace tiempo y espero que esta vez, articulando bien la Nación, la provincia y el municipio, y encarando acciones de fondo, se pueda empezar a resolver», respondió el ministro.
Y agregó: «Hemos actuado particularmente en la emergencia, tenemos que lograr actuar articuladamente en la acción que tenga que ver con los cambios estructurales, porque se está estabilizando la crisis en un contexto muy crítico, pero hay que empezar a generar políticas de cambio estructural porque sino periódicamente nos encontraremos en esta situación».
Fuente: La Nación