La aglomeración de personas, la mayor cantidad de reuniones sociales, familiares y de amigos, sumado al factor climático que acarrea el invierno y que nos lleva a estar puertas adentro complican los esfuerzos para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2. Los consejos de los expertos
La segunda ola de la pandemia por coronavirus pega fuerte en la Argentina, con un promedio de más de veinte mil contagiados diarios y jornadas de más de 700 muertos. A pesar de estas cifras que impactan y duelen, en los últimos días se observó un leve descenso en los casos confirmados y en las víctimas mortales producto del COVID-19. Ahora los epidemiólogos e infectólogos locales ven con preocupación el advenimiento de las vacaciones de invierno, ya que este merecido descanso para grandes y chicos implica un gran riesgo de que los números se vuelvan a disparar. ¿Por qué? Los detalles en esta nota y qué recomiendan los especialistas.
Los recesos en las actividades rutinarias, laborales y de enseñanza educativa representan un importante incremento en la movilidad urbana. Miles de argentinos aprovechan las dos semanas de vacaciones invernales para trasladarse a diferentes destinos turísticos, visitar a amigos y familiares o eligen quedarse en sus domicilios pero utilizan las jornadas para socializar, llevar a los niños a las variadas propuestas lúdicas, que siempre abundan.
En el caso puntual de la ciudad de Buenos Aires, este último jueves se anunció que bares y restaurantes podrán atender dentro de los locales con un aforo máximo del 30%; salones de fiestas y eventos podrán tramitar un permiso para funcionar con fines gastronómicos, también con capacidad máxima del 30%; teatros van a poder ampliar su capacidad máxima al 50% con protocolos específicos; los deportes van a estar permitidos al aire libre y sin límite de personas, es decir, queda habilitado, por ejemplo, el fútbol en cancha de 11; gimnasios van a poder abrir los salones interiores con una capacidad máxima del 30% y los estudiantes de secundaria que venían cursando de manera bimodal van a volver a la presencialidad completa desde el 5 de julio, es decir que asistirán todos los días a clases en sus escuelas.
Son medidas que harán que la circulación de personas en la vía pública aumente considerablemente, deriven en aglomeraciones de burbujas de diferentes grupos familiares, reuniones sociales o de amigos y en días donde el frío del invierno hace que se pase más tiempo puertas adentro. En este contexto, ¿qué medidas de cuidado epidemiológico reforzar?
Consultada por Infobae, la infectóloga Elena Obieta, jefa del servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isido y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), precisó: “Durante las vacaciones de invierno y fuera de ellas tenemos que seguir insistiendo en evitar aglomeraciones, en respetar la distancia de un metro y medio entre unos y otros, en seguir utilizando barbijo, en lavarnos las manos seguido o utilizar alcohol en gel, al 70% en solución acuosa, mantener los espacios ventilados o estar al aire libre”.
“Entiendo que las vacaciones de invierno, y ahora con las aperturas de cines, teatros, museos, etc., pueden ser una gran tentación, pero si estuvimos cuidándonos todo el tiempo, si los chicos estuvieron sin ir al colegio tantos días, no podemos tirar todo ese esfuerzo por la borda, más aún por dos condicionantes: todavía no tenemos al 80% de la población vacunada, tenemos un bajo porcentaje de gente vacunada en forma completa y segundo porque circulan nuevas variantes que son mucho más contagiosas, es por eso que tenemos que protegernos aún más”, precisó la experta.
Según Obieta, “esto no quiere decir que nos tengamos que quedar las dos semanas de las vacaciones adentro, se pueden llevar a los niños a una plaza, a un parque, pero sin juntarse con desconocidos y por ejemplo no tomar mate compartido, sino que la burbuja de cada familia tiene que seguir siendo cuidada y al salir respetar la distancia, la utilización del barbijo y la ventilación cruzada de los ambientes”.
“Hay que enfatizar en recordarle a todas las mujeres embarazadas que tienen que vacunarse. Todas las vacunas son seguras durante el embarazo y durante el periodo de la lactancia, ya que está comprobado que les va peor con el COVID-19 si no están inoculadas”, remarcó.
Y concluyó: “Es importante recordar que aquellos vacunados con las dos dosis deben seguir cuidándose, por que seguramente no tendrán formas graves de la enfermedad, requerir internación o morir por el coronavirus, pero podemos tenerlo en la nariz o en la garganta, cursarlo de forma leve o asintomática y aún así estar transmitiendo el virus, por lo cual vamos a tener que seguir cuidándonos un tiempo más”.
Tomás Orduna, médico infectólogo, jefe del servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en el Hospital de Infecciosas Francisco Javier Muñiz de la Ciudad de Buenos Aires que integra el consejo de asesores del presidente Alberto Fernández opinó a este medio: “Si la decisión final de las autoridades es que sean vacaciones estándar de dos semanas durante el mes de julio la primera medida a tener en cuenta es generar una conciencia individual y colectiva de todos los que se muevan hacia otros lugares desde sus domicilios, pensando que posiblemente haya gente que vaya desde lugares donde la transmisión potencialmente todavía sea alta a lugares en donde sea baja, por lo tanto hay que tener cuidado con la vectorización del virus hacia lugares en donde el semáforo epidemiológico nos indique que se está en una situación verde, por ejemplo”.
“Para evitar esta situación, hay que reforzar el distanciamiento social, todos los protocolos aplicados en hoteles, restaurantes, bares, lugares de deportes recreativos por la época invernal, el saber que todo lo que hacemos al aire libre es más protectivo, pero igualmente manteniendo el uso del barbijo, cuando no hay otra razón por la cual me lo debo sacar, y la distancia de dos metros entre personas”, amplió el experto.
Según Orduna, “debemos seguir con las mismas medidas que venimos adoptando, tienen que ser sostenidas durante el periodo vacacional, en los lugares donde se dará la llegada de mucha gente, los clásicos sitios de turismo invernal; otros destinos que no tienen el marco cordillerano pero también reciben muchos turistas como Mar del Plata, la zona del NOA con Salta, la Quebrada de Humahuaca o la región de Misiones con las Cataratas o la provincia de Córdoba, recordando que hasta ahora sigue siendo un lugar de importante transmisión”.
“En lo particular, yo estaba dentro de los especialistas que nos hubiera gustado separar en dos semanas con un tiempo entre una y otra esto de las vacaciones, con lo cual se alentaba a continuar con la idea del turismo interno, para que las personas no vean como atractivo elegir destinos en el exterior, habida cuenta que cuantas más personas viajen a países en donde la transmisión de la variante Delta (proveniente de la India) es más alta y está en aumento, como sucede en los Estados Unidos”, manifestó Tomás Orduna.
Y se refirió a los viajeros que regresan al país: “Hay una gran tarea de continuar haciendo test de antígeno al llegar al aeropuerto, con los 7 días y declaración jurada del confinamiento, con el control del PCR al séptimo día, generando mucha conciencia y por eso es importante que a este grupo que se ha detectado que lo mostró Migraciones con la conducta anti solidaria que pone en riesgo la salud pública, puesto que el 40% de los que tenían que estar confinados en su domicilio no lo estaban, deben ser contundentes a la hora de generar acciones punitivas”. “Hay que evitar mezclar personas que vengan de áreas donde la transmisión quizá pueda ser relativamente elevada llegando a lugares de baja transmisión, habrá que vigilar fuertemente para que en esos lugares no se instale un rebrote de COVID-19″, recomendó.
En este marco, Mariano Sasiain, médico infectólogo del Hospital Militar Central Cirujano Mayor Dr. Cosme Argerich, explicó: “Estamos en un momento complejo y a uno desde la situación epidemiológica que estamos viviendo todos, en la sociedad, nosotros a nivel sistema sanitario que vemos reflejado todos los días a uno a veces le cuesta pensar en un receso invernal que implique movilidad de personas, reuniones familiares y de amigos. Uno entiende que la industria del turismo viene muy golpeada en este último año y medio y las vacaciones obviamente significan un alivio para la misma, pero en este momento lo primero debe ser que cada uno desde su lugar apele a la conciencia social”.
“Luego de este año y medio todos sabemos cuáles son las dos o tres acciones que son más efectivas para prevenir la propagación y la transmisión del SARS-CoV-2, como es la distancia social, la correcta utilización del barbijo o tapabocas y la ventilación de ambientes. En este contexto, si va a haber un receso invernal que conlleva movilidad de gente será muy importante volver a apelar a los protocolos en cada punto turístico, en cada hotel, para evitar el aglomeramiento de gente; cada persona debe cuidarse a sí misma y al resto, evitando reuniones de amigos, familiares, estableciendo controles un poco más estrictos impidiendo juntadas masivas, que son focos de propagación”, agregó.
De acuerdo a Sasiain, “es un tema complejo, siempre que haya movilidad de personas el riesgo de propagación del virus y aumento sostenido de los casos está presente, y tenemos que pensar que estamos todavía en un alto nivel de casos diarios, con un alto grado de ocupación de camas de terapia intensiva, por lo cual no nos podemos dar el lujo de tener un repique de contagiados, cuando justamente en estas semanas estábamos teniendo un leve descenso”.
En esta línea coincidió Pablo Bonvehí, médico infectólogo, jefe de la Sección Infectología y Control de Infecciones del CEMIC, “Estamos en una situación mejor que hace unas semanas pero esto no está para nada resuelto. Debemos seguir incrementando el número de personas vacunadas y para las próximas vacaciones de invierno que están por comenzar tenemos que mantener las precauciones que ya conocemos: el uso del barbijo, la ventilación de los ambientes lo máximo posible lo cual en invierno es difícil, minimizar el contacto con distintas personas, tratando de tener una burbuja de familia y amigos que ya son conocidos de antes, eso es muy importante”.
“El movimiento que haya durante el receso invernal a distintos puntos del país puede incrementar el número de infecciones y de casos, en un contexto en donde hay cada vez más prevalencia de variantes de preocupación, que son más fácilmente transmisibles, con lo cual hay que extremar los cuidados”, advirtió.
Bonvehí resaltó que “de todas formas, es muy importante que se pueda hacer algún tipo de vacación de invierno, porque todos estamos muy agotados de esta situación, pero lo importante es hacerla con la mayor precaución posible, minimizando las reuniones y encuentros, y aquellos contactos se mantengan con las medidas de distanciamiento social”.
“La vacunación nos va a ayudar, pero vemos experiencias como la de Chile en donde a pesar de tener una alta tasa de inoculación, se relajaron las medidas y eso causó un incremento de casos, que con una mayor predominancia de variantes como la de Manaos va a generar todavía aún más contagios”, concluyó.
Fuente: Infobae