En El Acople – conducido por Natalia Nieto y Diego Ferreyra – la doctora, Miranda Ruiz, quien fue sobreseída luego de haber sido encarcelada por garantizar una interrupción voluntaria del embarazo en el norte provincial, se mostró aliviada tras la sentencia a su favor. Al respecto, la médica, que visitó el programa en compañía de su abogado, Oscar Guillen, dijo que “lo que me hicieron fue una clara intención para disciplinar”.

La doctora Miranda Ruiz dijo que fue víctima de un feroz escrache mediático, al que se sumaron una concejala de Salvador Mazza y una diputada provincial. “Cuando me detuvieron estaba incrédula de lo que estaba pasando y pensaba que esto se iba a calmar porque todo estaba bien escrito, tanto la historia clínica, como también la participación del equipo interdisciplinario”, profundizó.

Además, comentó que se habían montado versiones falsas respecto a su accionar como médica hacia la paciente, pero aseguró que la mujer nunca se arrepintió de llevar adelante la práctica. “Ella accedió a su derecho, nosotros como equipo la bancamos mientras ella sufría violencia mediática, violencia de parte de su familia y de grupos corrompidos antiderechos, que buscaban que ella no acceda a la interrupción voluntaria del embarazo”, explicó.

“ME SENTÍ MUY CONTENIDA”

Por otro lado, Miranda Ruiz aseguró que realmente se sintió contenida y conmovida por el colectivo de mujeres que trabaja a nivel nacional y señaló que “si no hubiera sido por eso, me habría arruinado espiritualmente”. “Me dieron una fortaleza enorme, me sacaron de la cárcel”, indicó.

Si no me apoyaba un movimiento nacional feminista, yo iba a ir presa por el delito de aborto que es excarcelable, porque me denunció la tía y no la paciente”, comentó. Al mismo tiempo, detalló que la metieron presa con argumentos increíbles de parte del fiscal, quien decía que podía alterar la carga de pruebas, pero recordó que a la historia clínica la tenían como parte de la investigación. “Dijeron que me podía fugar de Tartagal y que podía amenazar a testigos”, recordó.

También dijo que lo que vivió fue terrible, porque hay fiscales y jueces capaces de ser corrompidos por intereses extrajurídicos para meter preso a alguien. En este contexto, explicó que su caso se visibilizó pero que hay otros casos no corren con la misma suerte. “Hay que decir también que hay otros profesionales del hospital que son hombres y que están implicados en delitos graves contra pacientes, incluso con repercusión de las dos vidas”, explicó y aseguró que estos casos no son perseguidos ni juzgados de la misma manera que lo hicieron con el suyo.

Esas causas están dormidas, pero a mí me meten presa por participar en el acceso y garantizar un aborto legal, seguro y gratuito. Fue una locura realmente”, aseguró.

“LA JUSTICIA NO ME PUEDE OBLIGAR A COMETER UN DELITO PARA ESTAR LIBRE”

Además, la doctora Ruiz afirmó que, si no garantizaban el derecho de acceso a la IVE a esa paciente, ahí recién iba a incurrir en un delito que merece prisión por el incumplimiento de una ley. “Entonces, la Justicia no me puede obligar a cometer un delito para estar libre. Esto quiere decir que los delincuentes están libres y a los que cumplimos con la ley nos meten en cana. Es una locura”, insitió.

Seguidamente, opinó que esto tuvo una clara intención para disciplinar, ya que el movimiento de mujeres a nivel nacional ganó una ley, “pero los otros sectores tienen en sus manos la Justicia”. “Si cumplís con la ley podés ir preso. Yo espero que, con este sobreseimiento, ningún juez ni fiscal alrededor del país se anime a perseguir a alguien por cumplir con una ley. Espero que esto no siga”, acotó.

OSCAR GUILLEN: “QUEDÉ AZORADO POR LOS ERRORES, LOS VICIOS Y LOS EQUÍVOCOS QUE TENÍA EL EXPEDIENTE”

Por su parte, el abogado, Oscar Guillen, dijo que asumió la defensa de Miranda Ruiz cuando habían transcurrido diez meses de investigación. Según el letrado, le tocó estudiar el caso para ver qué estrategia defensiva iba a seguir, pero afirmó que quedó azorado por los desbordes, los equívocos, los vicos y errores que tenía el expediente.

El juez de Garantías ignoró las garantías individuales y actuó como un segundo fiscal, convalidando los abusos y las arbitrariedades hasta que nos plantamos para decir cosas muy duras. No estábamos de acuerdo con ellos y no podíamos admitir el atropello al derecho a defensa”, señaló.

Seguidamente, explicó que exhibió diez pruebas y el fiscal le rechazó nueve de ellas, es decir, que pisoteó el derecho a producir pruebas. Agregó que, cuando el fiscal le dijo que le iba a dejar pasar un testigo luego de ver las preguntas que le iba a realizar. “Quería que adjunte yo el pliego de preguntas y luego de eso vería si lo citaba o no al testigo”, indicó y consideró que estas cosas solo ocurren en estados totalitarios o en la Edad Media. “Pero el juez convalidó todo eso y el sistema funcionó mal, porque hubo una enorme cantidad de abusos”, reclamó.

A los 15 días de la investigación, teniendo la historia clínica que está impecable, ya tenía el fiscal para no acosar y causar los daños que causó”, pero lamentó que en Salta no prosperen los jurys de enjuiciamiento, pese a que hay jueces y fiscales que “trabajan pésimamente mal”.

Hubo muchos jueces acusados en Salta, pero los jurys no prosperan y ahí están estos señores que disfrutan de su impunidad, porque cualquier persona que se equivoca paga sus errores y responden por sus errores”, comentó y dijo además, que los jurys es el mecanismo idóneo para purificar la Justicia y sacar los cuerpos que funcionan mal.

El caso de Miranda es paradigmático, los abusos de los que ha sido víctima han sido terribles, a punto de ser sacada del hospital por la Policía”, recordó Guillen y destacó que la doctora, Miranda Ruiz, ejerce medicina asistencial para gente humilde, sobre todo en el norte “donde hay una gran pobreza estructural”.

Aún así terminó en la Comisaría detenida”, criticó y agregó que “es una verdadera vergüenza que Salta haya dado este testimonio a todo el país”.