Funcionarias, sindicalistas y militantes feministas rechazaron el fallo, tildaron de «machos desagradables» a los miembros de la Corte y llamaron a marchar el miércoles. La «proscripción política marca que cualquier mujer que quiera participar en política, sin tener un acuerdo orgánico con los grupos económicos, no lo va a poder hacer”, dijeron.
La condena de la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra Cristina Fernández de Kirchner tocó una fibra sensible y activa en la sociedad: el feminismo. Este lunes, el Partido Justicialista le abrió las puertas al Ni Una Menos y la sede nacional se llenó por primera vez de centenares de mujeres, travestis y lesbianas. “Libre y viva la queremos”, exigieron.
El encuentro se desarrolló en una fecha trágica para la historia argentina y del peronismo. El 16 de junio de 1955 aviones de la Armada bombardearon Plaza de Mayo para derrocar al entonces presidente Juan Domingo Perón, proceso a partir del que se inició su proscripción.
Setenta años después, el feminismo interpreta en clave proscriptiva el fallo contra la expresidenta y convocó a movilizarse en su contra. Rápida, Fernández de Kirchner vio esa reacción y la encauzó. La primera reunión fue en la sede de Matheu 130, y desde allí las feministas marcharon hacia su casa. Hubo debate, arenga y cantos contra la CSJN.
Una de las primeras en tomar la palabra fue la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, quien subrayó en tono de advertencia hacia los jueces de la Corte: “Si nos buscan nos encuentran. A estos tipos no se les regala una lágrima, nosotras no vamos a estar tristes, nos vamos a organizar de punta a punta, provincia por provincia, pueblo por pueblo, porque la compañera Cristina es inocente”.
Minutos antes, la diputada Teresa García dio las coordenadas para la movilización que el peronismo, y ahora también el feminismo, preparan para el miércoles 18 en que Cristina Kirchner debe presentarse a los tribunales: se parte desde la casa de la titular del PJ y se la acompaña hasta Comodoro Py, se espera a que salga y vuelva a su vivienda para cumplir con la prisión domiciliaria. Si eso no sucede, el peronismo responderá “como lo hace el peronismo”, indicó García. A buen entendedor, pocas palabras.
Otra de las oradoras fue la referente del Ni Una Menos, la socióloga Lucía Cavallero, quien calificó a los miembros de la CSJN de “machos desagradables” y explicó que la “proscripción política marca que cualquier mujer, lesbiana, trans, travesti de nuestro país que quiera participar en política, sin tener un acuerdo orgánico con los grupos económicos, no lo va a poder hacer”.
El feminismo no sólo lee como una decisión patriarcal el hecho de que se inhabilite a la dirigente política mujer más importante del país y de la oposición, sino que además apuntan que los jueces y fiscales que intervinieron en la causa son todos hombres. En el proceso judicial denominado “Vialidad” intervinieron los jueces federales Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Leopoldo Brugliam, Mariano Borinsky, Gustavo Hornos, Rodrigo Giménez Uriburu; los fiscales Juan Bautista Mahiques, Ignacio Mahiques, Mario Villar y Diego Luciane. Finalmente, confirmaron la condena los magistrados del Máximo Tribunal: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti.
“Los tres machos desagradables de la CSJN, que están tan apurados en fallar por el caso de Cristina, tienen dormido el expediente sobre la ilegalidad de la deuda, en la cual el movimiento feminista es querellante”, continuó Cavallero. “No nos vamos a olvidar de que quienes intentaron matarla en un femimagnicidio están libres, y ella va a estar presa”, agregó.
Por otro lado, la activista trans Marlene Wayar señaló que la condena trasciende a los intereses del PJ, e involucra a sectores que no se consideran peronistas. En la asamblea también participaron militantes de la izquierda. “Las travestis, las trans, los travos, no podemos decir que ‘somos todos peronistas’, pero lo que sí sabemos es que tenemos un cementerio en la cabeza como el peronismo y queremos honrar y defender esas muertas”, afirmó Wayar. La frase remite a los asesinatos de las dictaduras.
Georgina Orellano, la titular del gremio de las trabajadoras sexuales AMMAR, fue determinante sobre la discusión de las centrales obreras y el paro: ellas paran. “Nosotras el miércoles vamos a colgar la tanga y no necesitamos que ningún chongo venga y nos diga que tenemos que parar. Las trabajadoras sexuales, que vivimos el día a día, y que no tenemos derechos laborales, vamos a colgar la tanga”, decretó ante las presentes que la vitorearon.
En tanto, la secretaria Género y Diversidades de la CTA Autónoma, Leonor Cruz, sostuvo: “Estamos acá porque defendemos la vida, la democracia y la justicia social. Que tenga miedo el poder, lo tiene que tener, porque si hay algo que sabe el movimiento feminista y transfeminista es luchar, si hay algo que sabe el movimiento feminista y transfeminista es organizar la rabia y hacerla rebelión”.
En la asamblea participaron intendentas, funcionarias y autoridades del PJ, sindicalistas, referentes de movimientos sociales, activistas transfeministas peronistas y no peronistas. También estuvieron presentes la vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, la socióloga Dora Barrancos, la ministra de Género y Diversidad de pcia. de Buenos Aires, Estela Díaz, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, la jefa de Asesores del Axel Kicillof, Cristina Alvarez Rodríguez, y la actriz Victoria Onetto.
ML
