Es uno de los datos de la cruda radiografía que relevó la organización Techo en Salta, durante la pandemia. En El Acople, el director general de Techo en Salta, Carlos Durán, presentó los indicadores tras los datos recopilados de dos estudios realizados a nivel latinoamericano. En Salta existen 154 asentamientos en los que habitan más de 20 mil familias, de las cuales el 98% no tiene acceso a redes de agua potable y cloacas y más del 60% no tiene garantizado de forma regular el servicio de energía eléctrica.

“Cuando empezó esta crisis sin precedentes en la historia de la humanidad, como organización de trabajo permanente en los barrios populares sabíamos que era necesario tener información sobre cómo esta pandemia afectaba a los barrios que viven en situaciones muy vulnerables. Viven sin acceso a energía eléctrica, agua potable, sanidad y tienen muchas deficiencias en la infraestructura”, inició.

“El primero fue un estudio del tipo cualitativo, para recopilar las experiencias de los liderazgos comunitarios para afrontar la pandemia. Se entrevistó a más de 160 referentes en 16 países de Latinoamérica y los resultados fueron interesantes. Tuvimos que moldear nuestro trabajo en territorio a poder dar acompañamiento a las cuestiones más básicas, como la alimentación. Acompañamos a comedores y merenderos y nos mencionaron que durante la pandemia, su demanda aumentó más del 50% y ya no solo asisten niños, sino también adultos”, precisó.

En este sentido, consideró que “lo negativo es que el hambre está presente y aumentó, y lo positivo es que existen cosas valiosas que muchas veces no se aprovechan, como la capacidad de solidarizarse con el vecino y crear espacios para atender las necesidades”.

Por otra parte, explicó que el segundo estudio es de tipo cuantitativo, para individualizar las situaciones y hacer encuestas personales para determinar indicadores importantes, para saber cómo afectaba la pandemia a las familias.

Todo se hizo a través de una aplicación de celular y por llamadas telefónicas.

Se encuestó a 675 personas y aun se hacen más encuestas para llegar a mil en toda Argentina.

“El informe preliminar en Salta tuvo 100 encuestas. Los datos destacados son que más de la mitad de las personas, mencionaron tener problemas para acceder al agua potable, lo que es muy preocupante, porque estamos en una pandemia y la recomendación para prevenirla es el lavado de manos. Cuatro millones de argentinas y argentinos viven en más de 4400 barrios populares y no tienen acceso, lo que nos deja en un escenario en el que no todos viven la pandemia bajo las mismas condiciones. Quedate en casa no es lo mismo para todos”, aseveró.

Por otra parte, Durán sostuvo que recientemente en La Ciénaga, habló con vecinas sobre cómo viven el aislamiento y mencionaron el hecho de que al no poder movilizarse, los almacenes cercanos cobraron más caros los productos, inclusive, con sobrecargo en la Tarjeta Alimentar, y que al acercarse a hacer denuncias o a mencionar esto, no hubo respuesta de las autoridades competentes porque “la atención estaba puesta en otras cosas”.

Otro dato interesante es el acceso a Internet. El 80% de los encuestados dijeron que tienen acceso, pero el 60% tiene mala conexión.

“El IFE, la tarjeta alimentar, se hacen a través de trámites online que necesitan de Internet. Las familias de los barrios populares tienen problemas para acceder. Los chicos que deben incurrir en la virtualidad para seguir aprendiendo, se quedan atrás, definitivamente. Es un dato muy fuerte”, lamentó Por último, reveló que “uno de los grandes impactos es el económico, con negocios que cierran y con personas que tienen incapacidad para afrontar gastos diarios”.

“Se preguntó sobre si trabajan antes de la pandemia y el 75% de los hombres afirmó que trabajaba, mientras que en el caso de las mujeres, fue cercano al 50%. Al preguntar cómo se vio afectada la situación laboral, el 40% de los que estaban en blanco se vio sin trabajo, y la situación más cruda, cuando hablamos de los trabajadores de la economía informal, más del 60% afirmó no haber podido seguir trabajando. Esto se ve reflejando en las principales necesidades, porque más del 70% de las familias dicen que la principal necesidad son los alimentos”, finalizó.