El Relevamiento de Expectativas del Mercado realizó una proyección pesimista de la inflación para este año. El Gobierno prevé que el índice de precios del consumidor no supere el 60%. Sin embargo, el relevamiento hecho por el Banco Central da cuenta que en junio la inflación será superior al 64%.

Las consultoras observan que enero retomaría una tendencia alcista de la inflación y apuntaría a ubicarse más cerca del 6% que el 5% que logró en diciembre. De ser así, no perforaría ese número para aproximarse a los 4 puntos porcentuales que el ministro de Economía, Sergio Massa, se planteó llegar en abril.

El REM, elaborado por el Banco Central, proyecta que para junio de este año el IPC de precios estará en 64,6%, lo que significa que para la mitad de 2023 ya estará superada la meta del 60% de inflación prevista por el Gobierno en el Presupuesto para todo el 2023.

De esta manera, el titular del Palacio de Hacienda busca que el nivel de precios se mantenga alrededor del 5% mensual, para no superar el 30% en el primer semestre y llegar con margen de cara a la segunda mitad de año, cuando habrá elecciones.

El recalentamiento del dólar en las últimas semanas, con el blue en niveles de $ 370, también le mete presión al costo de vida y preocupa al equipo económico. Además del tipo de cambio, las tarifas, el manejo de la deuda en pesos y las elecciones presidenciales, aparecen como los principales factores a la hora de pensar en el impacto sobre la inflación en el año que comienza.

Luego de que la inflación retomó el rumbo alcista en diciembre (5,1%), analistas advirtieron que los precios están lejos de desacelerar y que durante este verano pueden marchar rumbo al 6% mensual. El tema preocupa al Gobierno, que busca controlar el cumplimiento del programa Precios Justos. En diciembre la inflación de los trabajadores fue del 5,3% y el año cerró con una suba general del 95%.

LA INFLACIÓN EN DATOS

Por segundo mes consecutivo en los últimos seis meses, la inflación se ubicó debajo del 6% mensual. El rubro “Alimentos y bebidas” trepó 6,5% en diciembre, impulsado por verduras (11%), pan y cereales (8,1%).

Al detallar las particularidades de esa suba de precios, un documento de Focus Market apunta a que “estuvo motorizada por el rubro ‘Otros bienes y servicios’, con 7,9%. Incidió la suba de productos de higiene y limpieza tales como jabón de tocador y champús”. También reveló que “Equipamiento y mantenimiento del hogar trepó 5,7%”. “Por debajo del nivel general, Educación subió 5,1%, Comunicaciones 4,8%, Salud 4,6% y Transporte 4,2%. Solo Indumentaria y Calzado (3,2%) y Vivienda (2,9%) registraron subas inferiores al 4%. En este último caso, se debió a que no hubo subas de tarifas en el mes de diciembre”, advirtió el informe.

Para Damián Di Pace, director de Focus Market, “los datos de inflación interanual muestran que la variación de precios en nuestra economía presenta el mayor problema en los últimos 32 años”.

El especialista a su vez remarcó la incidencia de esta dinámica inflacionaria en el consumo, que cayó 3,5% en diciembre: “Con la misma nominalidad los consumidores van comprando cada vez menos productos por acto de compra. Los argentinos compran en Precios Justos los que pueden y el resto convalidan aumentos aún de dos dígitos en categorías básicas”.

Según esta consultora, en términos estacionales la canasta de alimentos por fuera de los Precios Justos se incrementó en diciembre 2022 un 5,4%. Para el caso de bebidas el incremento de precios promedio de la categoría fue mayor en 7,2%. La categoría con mayor aumento promedio en el mes de diciembre fue Merienda y Desayuno con una aceleración del 8,5% promedio mensual. En términos interanuales los Lácteos fueron los que más subieron con 141,6% de aumento.

Por otro lado, Di Pace se refirió sobre las diferentes situaciones de los bolsillos de los argentinos. “Los asalariados registrados ganan en promedio frente a la inflación en los últimos dos meses. Sin embargo, pierden en todo el año acumulado”, explicó.

Y concluyó Di Pace: “Los no registrados que son los que más crecen en volumen como monotributistas y cuentapropistas autónomos no pueden sostener su nivel de vida con presión tributaria enorme con ingresos licuados por la inflación. Para el caso de los informales la situación es más grave aún”.

FUENTE: PERFIL