Compartimos la columna de la periodista Natalia Nieto emitida los miércoles en el programa Compartiendo su Mañana por Aries FM.
La última semana ha dejado varias definiciones en el panorama político salteño y muchas de ellas, nos retrotraen al pasado, aunque hablemos del cronograma electoral provincial que ya corre y que por ahora, tiene como plazo el inminente 4 de julio.
Veamos brevemente esas definiciones y noticias de la actualidad política que nos remiten al pasado, siempre presente en la política salteña.
En un breve repaso, el sábado pasado, 77 convencionales radicales definieron sus autoridades de la Convención y la Junta Electoral, pero también definieron, por un voto de diferencia (34 a 33), que conformarán un frente amplio con fuerzas afines, salvo San Martín (donde Mario Mimessi no puede jugar con Juntos por el Cambio ni contra el kirchnerismo de Leavy), Cerrillos y Cafayate, tres departamentos que competirán como Lista 3. Aparentemente, todo marcha sobre ruedas y después de la interna radical que dejó en la presidencia a Miguel Nanni nuevamente y con el acercado Rubén “Chato” Correa al frente del Comité Capital, se habrían limado viejas asperezas, pero la realidad indica que no es tanto así. El díscolo Héctor Chibán insiste con anunciar su precandidatura a diputado nacional y aunque dice que está todo bien, representa al sector que repudia, por ejemplo, la posibilidad de aliarse con el olmedismo, tan lejano a los principios radicales. La interna sigue y no va a terminar en breve.
En el Partido Renovador, cerca de 2.400 afiliados de los 20 mil que tiene en la provincia, fueron a votar el domingo y por paliza, le dieron el triunfo a Jorge Oscar Folloni, quien a los 84 años busca recuperar la identidad partidaria. Se supone que el Partido volverá a las fuentes y que todo lo charlado previamente por la dirigencia de Cristina Fiore, -sobre posibles alianzas con el oficialismo provincial-, se revertirá radicalmente. Es otro espacio donde la división sigue totalmente vigente y que tiene urgencia para definir en la Convención cómo jugará en las elecciones de este año.
También el domingo supimos de la inscripción en el Tribunal Electoral y reserva del nombre del Frente de Todos, por parte de los partidos Kolina, Unidad Popular, Frente Grande y Trabajo y Pueblo. La lectura inmediata, por supuesto, es una “devolución de gentilezas” al exintendente de Tartagal, exdiputado nacional y actual senador nacional, Sergio Napoleón “Oso” Leavy, por parte de Ramiro Escotorín (Unidad Popular), Diego Arroyo (Partido Kolina), Elia Fernández (Frente Grande), y Nerina María Rivera (Partido del Trabajo y el Pueblo), partidos que a decir de sus propios dirigentes, sufrieron en años anteriores, que el “dueño de la lapicera”, especulara hasta último momento con frentes y candidaturas, porque el Partido de la Victoria es el de mayor peso del espacio político. Pero el tendal de heridos de los últimos años, se está cobrando facturas.
Todo esto pasó a tres días de la convención del Partido de la Victoria, que comenzará hoy a las 17:30, para definir el rumbo electoral y también, si judicializan la decisión de los cuatro partidos mencionados. Tal vez esta tarde también, sus dirigentes analicen cómo llegaron hasta este punto, en el que sus compañeros de alianza aseguran que hace meses se cortó el diálogo.
Mientras tanto, el saencismo avanza con dos frentes, porque supone que de esa forma, la elección en la que se juega la primera legitimación del Gobierno de Gustavo Sáenz, será más favorable. En uno de los frentes, estarían el Partido Identidad Salteña (cuyo referente es el secretario de seguridad, Benjamín Cruz), Primero Salta (Con el ministro Ricardo Villada a la cabeza), Salta nos Une (que tiene como referente a la intendenta Bettina Romero), Todos por Salta, Salta Independiente y Partido Propuesta Salteña (con el funcionario García Salado como referente) y se suma el Partido Conservador Popular (cuyo sello es de Guillermo Durand Cornejo). El segundo frente saencista, estaría integrado por Memoria y Movilización (con David Leiva como cabeza visible), Libres del Sur (que tiene al director del Ente Regulador, Carlos Morello entre sus creadores), Frente Salteño (sí, Javier David es quien lo conduce), Frente Plural (El secretario general de la Gobernación Matías Posadas lo integra) y la novedad en el oficialismo, con el actualizado Partido Justicialista, cuyo presidente es Miguel Isa y que tiene como presidente de la CAP a otro funcionario del Gobierno, Pablo Outes.
Suponemos que el saencismo también hizo su análisis de riesgos y que la atomización de los votos, no será para ellos un problema significativo.
Así las cosas, hemos repasado que esta revoltosa semana ha dejado tela para cortar y mucho para seguir hablando dentro de los espacios políticos, donde a pesar del reclamo social, los nombres no se renuevan y las diferencias sí.
No hay muchas caras nuevas para este año y tanto es así, que la vieja forma de hacer política, se resumirá esta tarde en la presentación del nuevo libro de Daniel Ávalos, que le dedicó su investigación al oficio del operador político. El historiador y periodista analiza el trabajo de quienes operan el poder político desde las sombras a través de dos figuras de la vida reciente de Salta, Ángel Torres y Juan Pablo Rodríguez. El primero falleció y claramente, estuvo identificado siempre con Juan Carlos Romero. El segundo, un hombre joven que escapa a las cámaras y prefiere el perfil bajo, sigue trabajando en política y aunque empezó con Romero, se hizo fuerte durante el gobierno de Urtubey. De paso, para quienes lo olvidaron, el exgobernador Juan Manuel Urtubey sigue hablando en Buenos Aires sobre el futuro de la tercera vía, cuando esa propuesta fracasó con el escaso 8 por ciento de votos que obtuvo en 2019 la fórmula que integraba con Roberto Lavagna. El exgobernador cree que hay que sumar a muchos más que peronistas desencantados al espacio y asegura que «la sociedad no está creyendo en la política».
¿Notó que estamos hablando de políticos influyentes de los últimos 24 años en la provincia? Si hoy la sociedad “no está creyendo en la política”, puede ser porque en cada gesto y discusión de los movimientos y partidos políticos, no se ve un objetivo claro de perseguir el bien común, sino de mantener y ampliar el poder que cada uno tiene. Estaría bueno que revisen para qué están en política y qué fines persiguen.