Compartimos la columna de la periodista Natalia Nieto emitida en el programa Compartiendo su Mañana por Aries FM.
Hemos hablado en distintas oportunidades sobre la realidad de los pueblos originarios y especialmente de sus mujeres e infancias.
Lo cierto es que cada vez que aparecen remedios esporádicos para las urgencias, celebramos que se gestione, accione y concrete. El punto es si esas urgencias pueden dejar de serlo y si ello implicará una efectiva mejora en la calidad de vida de los pueblos originarios. Justamente ayer, en el Congreso, se presentó el proyecto de ley de “Reparación Histórica de las Niñas y Niños Indígenas», que aspira a replicar el modelo canadiense, donde el Gobierno anunció este año un acuerdo de 31.000 millones de dólares estadounidenses en reparación para la comunidad indígena.
Este lunes participó la presidenta del INAI, Magdalena Odarda, de la presentación del proyecto de ley “Reparación Histórica de las Niñas y Niños Indígenas» en el Congreso de la Nación. Es decir, el INAI elaboró el proyecto y lo presentó el exministro de Desarrollo Social, el diputado nacional Daniel Arroyo. En esta oportunidad, el INAI, desde el Área de Niñez y Adolescencia, elaboró en forma conjunta con técnicos del equipo del diputado los alcances generales de la normativa. Se espera que los integrantes de todos los bloques parlamentarios acompañen y promuevan la sanción de esta ley.
¿Qué propone el proyecto? Contribuir a la reparación histórica de las niñas y de los niños habitantes de las Comunidades Indígenas de la República Argentina, protegiendo sus derechos, promoviendo su pleno desarrollo integral y regional, propiciando las condiciones socioculturales, económicas, institucionales, técnicas y materiales para erradicar las situaciones de pobreza extrema y estructural de las y los mismos. Es decir, todo requiere inversión. Sobre esto, Arroyo aseguró que, se trata de crear un fondo para tratar tres temas centrales: el acceso al agua, condiciones básicas de infraestructura y de vivienda; el mejoramiento de las condiciones nutricionales sobre todo de las niñas y niños indígenas hasta los 6 años; y el mejoramiento de las infraestructuras y las condiciones de la vida comunitaria.
Justamente, la titular del INAI, Magdalena Odarda instó al acompañamiento de otros bloques parlamentarios que apoyen con su voto una política pública imprescindible para erradicar definitivamente las muertes evitables de niñas y niños indígenas en el país, para que a través del mismo se pueda sumar una herramienta más que nos abra el camino hacia una necesaria Reparación Histórica de Niños y Niñas Indígenas, al igual que otros países –como Canadá- están implementando a partir de la asignación de fondos millonarios para el abordaje urgente de estas problemáticas”.
Primero, el oficialismo nacional deberá conseguir apoyos y estimamos que las y los legisladores nacionales por Salta no escatimarán apoyos para que se sancione una ley que establezca políticas públicas para las postergadas comunidades del país, y después conoceremos cómo se establecerá esa reparación. Porque está bueno tomar ejemplos de países como Canadá, donde el primer ministro Justin Trudeau anunció a través de redes sociales que «hemos llegado a un acuerdo de principios históricos para compensar a los niños y familias de las Primeras Naciones que han sido perjudicados por la falta de financiación, algo discriminatorio».
En Canadá, los 31.000 millones de dólares llegaron tras la sentencia del Tribunal canadiense de Derechos Humanos, que consideró la falta de ayudas públicas para esta minoría como un modo de discriminación y racismo estructural. Es algo que podría marcar el fin de décadas de litigio, fruto de varias demandas de grupos indígenas y de derechos humanos. El Fondo está pensado para compensar un sistema gubernamental discriminatorio con los niños nativos canadienses y a todos los perjudicados como consecuencia. Dudo que el reconocimiento del estado argentino sea el de no haber determinado políticas públicas permanentes como modo de discriminación y racismo estructural, pero que se planteen posibles resarcimientos, ya es todo un avance.