El jefe de gabinete de la Nación, Marcos Peña, lo confirmó anoche. Vidal podría formar parte de la fórmula presidencial oficialista y de otras.
El Gobierno nacional acepta la posibilidad de que la candidata a gobernadora de Cambiemos, María Eugenia Vidal, cierre acuerdos con otros espacios políticos para que su boleta aparezca unida a la de otros candidatos presidenciales además de formar parte de la que encabezará Mauricio Macri.
Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y hasta Roberto Lavagna, si lo acepta, podrían ser los postulantes peronistas a la presidencia que podrían sumar a Vidal en sus propuestas electorales, lo que le permitiría a la mandataria bonaerense sumar votos de esos otros espacios ante la baja intención de votos del presidente Macri en este distrito.
«Si hay otros candidatos a presidente que quieren apoyar a nuestra gobernadora, no nos parece una alquimia. Son dinámicas provinciales que exceden a la dinámica nacional. En una elección desdoblada parecía más natural y en una local, parecería más raro, pero si con eso se consolida una decisión de una mayoría de no volver al kirchnerismo en la provincia, no me parece un atajo o una discusión que altere la previsibilidad», indicó anoche Peña en una entrevista televisiva.
La preocupación en el oficialismo bonaerense se despertó luego de que las encuestas revelaran que la intención de voto del Presidente en la provincia no supera el 33 por ciento frente a una fórmula peronista que acumula el 40. Así las cosas, Vidal podría perder la gobernación a manos de Axel Kicillof ante la ausencia de ballotage en territorio provincial.
Claro que, desde otra perspectiva, la aparición de Vidal en otras boletas podría restarle respaldos a Macri en primera vuelta, lo que entusiasma al peronismo que aspira a resolver la elección sin necesidad de pasar al ballotage.
Por otra parte, la implementación de esta medida cuenta con un impedimento legal que por el momento impide su ejecución. El 11 de abril, por pedido de la propia gobernadora Vidal ante el temor de un acuerdo entre kirchneristas y Alternativa Federal, el Presidente dictó un decreto que prohíbe la presentación de listas colectoras, es decir, de listas que con un mismo candidato a presidente lleve más de un candidato a gobernador, o, a la inversa, que un mismo candidato a gobernador aparezca en la lista de varios candidatos presidenciales.
Es decir que, para implementar la iniciativa, el Presidente debería derogar su propio decreto semanas después de fuera dictado, o esperar que la Justicia dé curso a alguna de las impugnaciones presentadas, y así habilitar una riesgosa jugada que desnuda la preocupación electoral que por estos días afecta al oficialismo.