Cómo es la composición de mujeres ministras en cada gabinete de ministros provincial; es decir, porcentajes de participación, y cuáles son sus incumbencias, para analizar cuánto de estereotipo aún queda por trabajar. Con la renuncia de Josefina Medrano de la Serna, solo quedó en el gabinete Verónica Figueroa.

Las demandas del feminismo, de género, de agenda, en cuanto a la representación política de las mujeres no son algo nuevo. Al mismo tiempo, es entendible que estas conquistas no se producen de la noche a la mañana, sino que son resultado de perseverantes luchas y de no bajar los brazos. La sociedad ha cambiado culturalmente, con esto igualmente no queremos decir que no haya mucho camino para recorrer aún, pero al menos es visible y no callado.

El recorrido nos muestra las conquistas con el voto femenino, con la ley de cupo femenino (1991) y no hace tanto tiempo con la ley de paridad en materia de listas legislativas.

Sin embargo aún quedan algunos pendientes, cuando observamos los ejecutivos provinciales no hay una correlación de igualdad, salvo en algunos casos. Por eso nos pareció interesante observar cómo es la composición de mujeres ministras en cada gabinete de ministros provincial, es decir, porcentajes de participación; y por otro lado, cuáles son sus incumbencias, para analizar cuánto de estereotipo aún queda por trabajar.

La representación política de la mujer tiene muchos escenarios, sin duda donde falta legislación, debería apelarse a las buenas prácticas en materia de igualdad que lamentablemente, como consecuencia de los fuertes mandatos que impone un modelo patriarcal en una sociedad, son obstáculos difíciles de transformar. Esta discusión por la representación se ha trasladado a otros escenarios, políticos también, pero no solo electorales, son lugares en las mesas chicas, lugares de discusión, pero sobre todo de toma de decisión. Hay muchos lugares donde estos debates deben profundizarse, sin dudas el ámbito sindical es uno de ellos.

Sin desviarnos de la temática propuesta, los resultados de nuestra investigación arrojan que dentro del total de Ministerios de nuestro país, solamente un 27,57% se encuentra en carteras dirigidas por mujeres, mientras la mayoría del 72, 43% lo ocupan los hombres. No llegamos a un tercio.

La provincia de Chaco encabeza la cartera de mujeres, y si bien en nuestro país no existe la paridad a nivel ministerial en las provincias, Chaco ostenta el porcentaje más alto de ministras mujeres con un 38,5%. El segundo lugar lo ocupan una serie de Provincias, que manifiestan un 33% de carteras en manos de mujeres; estas son, Santa Cruz, Tierra del Fuego, San Luis y Entre Ríos. Apenas algo más de un tercio representado por ministras. Sigamos. Luego tenemos a Neuquén con un 31,5% de ministras, San Juan con 31% y Río Negro con 28%.

Le siguen en la lista tres provincias que ostentan un cuarto de representación ministerial, es decir un 25%, son Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza. Atrás siguen Misiones y Jujuy con un 22%, Tucumán con 20%, y Salta con 18%.

Saltamos a un par de Provincias que oscilan una representación del 15%, que son La Rioja, Chubut y Catamarca.  Córdoba, un 12%. Llegando al final encontramos a Santiago del Estero con un 11%, Corrientes y Formosa con un pequeño 9%, y por último, La Pampa, con 0% de representación femenina en los Ministerios Provinciales.

Por orden de representatividad, este sería el orden: (1) Chaco, (2) Santa Cruz, San Luis, Tierra del Fuego, Entre Ríos, (3) Neuquén, (4) San Juan, (5) Río Negro, (6) Buenos Aires, Santa Fé, Mendoza, (7) Misiones, Jujuy, (8) Tucumán, (9) Salta, (9) La Rioja, Chubut, Catamarca, (10) Santiago del Estero, (11) Corrientes, Formosa, (11) La Pampa.

Después de estos datos, a la vista está que la desproporción, la desventaja y la desigualdad son notorios, si bien venimos de esta tradición, no está mal el replanteo porque los aportes son desde las capacidades y estas, tomando una frase popular “no tienen género”. Solamente romper con algunos estereotipos que actúan como muro para aletargar esta situación de igualdad, que más tarde o más temprano será una realidad, y lo afirmo desde la completa observación de la deconstrucción en las generaciones jóvenes, que son un oxígeno para la sociedad entera.

Hace un rato hablábamos de los estereotipos, no están ausentes, solo a veces poco visibles, convengamos que eso en la sociedad con la dinámica de hoy, está caduco. Sin embargo, está, ¿entonces qué hacemos? De a poco ir corriéndolo, hasta que la reconfiguración sea otra, y ya no tenga más lugar.

Vamos a ver en qué áreas se desempeñan las ministras, para sostener y argumentar esto que digo. El primer puesto se lo llevan las carteras de Educación, Cultura, Salud y Ciencia con 32,55%. Excepto Ciencia (y Tecnología) la demás agrupación no es azarosa, tiene que ver con la mujer encarnada en el estereotipo de los “cuidados”, y si la mayor proporción está ahí. La que cuidadora de niños, adultos mayores, enfermos, maestras, etcétera. El segundo lugar, lo ocupan las carteras de Seguridad, Justicia y derechos Humanos con 19,35%. El tercer lugar lo ocupan también áreas de tienen que ver con cuidados y con la misma mujer, Desarrollo Social, Mujeres y Género se llevan el 16,27%. En cuarto lugar, encontramos la cartera de Gobierno y afines con 11,62%. Quinto lugar, tanto Turismo y Ambiente (9,30%); como Economía, Trabajo e Infraestructura (9,30%), misma situación. Las otras carteras menos representativas suman un 7%.

Ahora bien, hablando de estereotipos, la mujer cuidadora gana, si sumamos Educación, Cultura, Salud, Ciencia y agregamos Desarrollo Social, Mujer y Género, nos da un porcentaje de 48,82%, Casi la mitad de la torta, de los ámbitos ministeriales donde la mujer se desenvuelve al frente de una cartera. Por supuesto que los Ministerios de la Mujeres, Género, Diversidad e Igualdad son potestad de la mujer ¿sino de quién más?

No resta decir que solo cuatro (4) Ministerios en el país están referidos a la Mujer, Género o Igualdad como nombre de la cartera, lo que si bien muestra un avance, también denota que hay que avanzar. Con esto no queremos decir que no haya Secretarias o Direcciones de esta temática, pero todos sabemos que no tienen igual rango. Avanzamos, sí. Falta, sí. Que 19 Provincias no tengan un Ministerio de la Mujer impacta que solo hay un 17,39% de carteras sobre la Mujer en nuestro territorio, mientras un 82,61% no lo tienen.

Por último, a modo de cierre, estos datos solo aspiran a ser un diagnóstico, que es necesario para saber cuál es el punto de partida para planificar políticas públicas con perspectiva de género, y si bien el número de ministras en bajo y el estereotipo sigue firme, no todas son malas noticias, los Ministerios creados de la Mujer, y su incumbencia en áreas como Gobierno, nos hablan mujeres ocupando roles más políticos, lo mismo que Seguridad, Justicia y Derechos Humanos.

Sabemos que todavía falta, sabemos que hemos caminado, sabemos que la sociedad interpela y nosotros también buscamos eso, como dijo un sabio poeta “se hace camino al andar”. Y en ese camino, andamos.

Fuente: Trabajo de campo realizado por la autora sobre la observación de las páginas /sitios web institucionales y organigramas de cada Provincia de nuestro país, en base a la información disponible.

Sobre la autora: Mag. Bárbara Bravi es politóloga, consultora política, dirige VCG (Voces con Clave de Género, un equipo de profesionales con la firme convicción de inocular voces en clave con  Perspectiva de Género para una sociedad más igualitaria).

Fuente: El País Digital