Compartimos la columna de la periodista Natalia Nieto emitida en el programa Compartiendo su Mañana por Aries FM.

La calidad institucional y su consecuente impacto sobre la vida democrática en Salta y el país, es un tema que debiera desvelar a la ciudadanía toda, pues la consecuencia de esas deficiencias en el funcionamiento de los poderes del Estado, es directa sobre sus habitantes.

Las provincias argentinas de Salta, Tucumán, La Rioja, Chaco, Formosa y Corrientes, ubicadas en la región septentrional del país, presentan un «mínimo» desarrollo democrático, producto de «décadas de desinversión y falta de oportunidades», sostiene un informe presentado este martes y publicado en la agencia internacional de noticias EFE, y que ya fue reproducido por algunos medios argentinos.

El Índice de Desarrollo Democrático de Argentina 2021 (IDD-AR 2021) pretende determinar en qué medida el sistema de gobierno democrático está evolucionando como herramienta institucional, política, social y económica en el país.

«Lo más importante de este ranking es que no lo visualicemos como la radiografía del atraso, sino como el territorio de las oportunidades para el desarrollo democrático de los estados subnacionales más rezagados», sostiene el estudio, elaborado por la Universidad del Salvador, la Universidad Católica Argentina y la Fundación Konrad Adenauer, entre otras instituciones.

En ese marco es que seis provincias del noroeste y nordeste argentino presentaron un «mínimo desarrollo» democrático el año pasado, por debajo de los 3 puntos: Salta, Tucumán, La Rioja, Chaco, Formosa y Corrientes, mientras que Jujuy, Catamarca y Santiago del Estero registraron «bajo desarrollo», con valores inferiores a los 4,5 puntos.

La provincia de Misiones fue la única del norte en notificar un «desarrollo medio», lo que no evitó que el indicador medio de las regiones norteñas (2,374) se haya situado muy por debajo de la media nacional (4,306).

¿Cuáles son las regiones de mayor puntuación? Las zonas Centro, Cuyo (oeste) y Patagonia fueron las mejor paradas en este índice, con valores superiores a la media nacional (5,847; 5,217 y 5,158, respectivamente).

De hecho, la ciudad de Buenos Aires anotó la mejor puntuación entre los 24 distritos analizados, con un 10,000 de nota, aunque el informe subrayó que todavía hay «muchas oportunidades de mejora en la democracia porteña».

«No debe interpretarse que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por su puntaje ideal, pueda identificarse como un paraíso de la democracia, sino que presenta un conjunto de indicadores positivos, en tanto constituye el centro del funcionamiento económico, administrativo, cultural y financiero del país», aclaró el estudio, que en este caso, no suma los datos económicos que también son centrales en el desarrollo democrático.

Las siguientes provincias con mayor puntuación fueron Tierra del Fuego (sur), con un 8,964; La Pampa (centro), con 7,898; San Juan (oeste), con 7,094; y Río Negro (sur), con 7,084.

Sin embargo, el desempeño de Chubut y Santa Cruz malograron ligeramente el resultado de la Patagonia, tras registrar un 3,218 y un 2,134 de puntuación, respectivamente.

La provincia de Santa Cruz, la única del sur con «mínimo desarrollo» democrático, desde donde se han reportado numerosos casos de corrupción en los últimos años

El Índice de Desarrollo Democrático se basa en una metodología que se propone objetivar la diversidad de cuestiones que componen el sistema democrático, lo que permite obtener una visión sistémica del proceso democrático en toda su extensión y en su diversidad política, social y económica.

Las mediciones son anuales y permitan evaluar el desarrollo democrático en las 23 provincias argentinas y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sirven para identificar:

·         Cuestiones que constituyen problemas comunes en todo el país, que demandan la articulación de políticas nacionales para su resolución y las que derivan de problemáticas regionales, que requieren abordaje y coordinación de políticas interprovinciales.

Problemáticas de carácter provincial que se comportan como trabas para el desarrollo democrático local.

·         Buenas prácticas que podrían ser compartidas en otras provincias y regiones.

·         Áreas de oportunidad para un mejor desempeño democrático a nivel local y federal.

El índice evalúa el desarrollo democrático sobre la base la democracia de los ciudadanos, que mide el clima de respeto de derechos y libertades en cada provincia; la democracia de las instituciones, que evalúa el comportamiento de las instituciones y del sistema político en relación con los principios republicanos; la democracia social, que analiza la gestión de gobierno en la generación de mejores condiciones para el desarrollo humano y finalmente, la democracia económica, que determina la evolución de la gestión de la economía en beneficio de la sociedad y de los individuos que la integran.

Pues bien, lo que se pone en evidencia en este último informe son los contrastes de Argentina desde un entorno académico, pero también ofrece un instrumento apropiado de análisis político, porque muestra fortalezas y debilidades. Si se le presta atención, si hay interés en mejorar las instituciones, también puede ser tomado como una herramienta adecuada para que las dirigencias políticas, sociales y económicas la utilicen como un diagnóstico objetivo y diagramen e implementen políticas que permitan avances en el desarrollo humano y en la equidad social y económica.