Se han reportado más de 54.000 casos de personas con la infección y 44 muertes. Expertos en epidemiología y dengue señalaron los factores que contribuyen a la epidemia
La Argentina está enfrentando otra epidemia de dengue desde fines de enero pasado y ya registró más de 54.000 casos reportados y un número récord de 44 muertes. En 15 de las 24 jurisdicciones, hay circulación autóctona del virus que causa la infección. Es decir, las poblaciones de mosquitos que habitan en esas zonas ahora tienen el virus y lo transmiten a través de sus picaduras a las personas.
1 – Aumento de poblaciones de mosquitos
2 – Personas más susceptibles a la infección
3 – Períodos más prolongados de altas temperaturas
4 – Aumento de la movilidad desde y hacia países limítrofes en algunas ciudades
5 – Inmunidad dada por infecciones anteriores
Hasta la semana del 8 de abril pasado, se habían notificado en el país 41.257 casos de dengue, según el Ministerio de Salud de la Nación. La mayoría de esas personas con el diagnóstico (37.914), habían adquirido la infección dentro del territorio argentino. Es decir, son casos autóctonos.
Los casos acumulados de pacientes registrados desde diciembre y hasta abril están por encima de los dos años previos. Si se comparan con las dos epidemias previas, el número de casos de esta temporada se encuentran un 48,4% por encima de los registrados para el mismo periodo en 2020 y 27% por encima del número de casos para el mismo período del año 2016.
Alerta para detectar casos más tempranamente
Ante la creciente cantidad de muertes, esta semana la cartera de Salud, a cargo de Carla Vizzotti, emitió un alerta al personal sanitario para que detecte casos sospechosos de dengue más tempranamente, los atienda pronto y así se eviten más casos graves y muertes.
También pidió “verificar la preparación de los servicios de salud para la atención adecuada de los casos, implementar las acciones de control vectorial y difundir las medidas de prevención en la población”.
Cinco razones que explican el brote
En la zona del AMBA, el aumento de las poblaciones de mosquitos combinada con personas susceptibles son dos de las razones para que se haya dado la epidemia.
En diálogo con Infobae por videollamada, José Luis San Martín, asesor de Dengue y Otras Enfermedades Arbovirales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Washington, Estados Unidos, contestó: “El aumento de los brotes de dengue viene ocurriendo progresivamente durante las últimas décadas en las Américas. En el caso de la Argentina, las poblaciones de los mosquitos que transmiten el virus del dengue han crecido y abarcado más regiones hacia el sur del país. También ocurrió en Chile”.
El especialista, que lleva más de tres décadas investigando el dengue, señaló: “En la zona del AMBA de la Argentina, se combina que hay más poblaciones mosquitos con una enorme cantidad de personas que son susceptibles a la infección. Porque se trata de una enfermedad reciente para esa zona y son pocas las personas que ya tuvieron el virus. Por lo cual, había muchas personas que podían ser susceptibles de adquirir la infección”. En AMBA, los pacientes con dengue tienen el serotipo 1 y el 2 del virus.
El calor es el tercer factor. La directora Nacional de Epidemiología e Información Estratégica del Ministerio de Salud de la Nación de la Argentina, Analía Rearte, explicó a Infobae que “cada brote de dengue es multifactorial. En todas las temporadas, uno de los factores fundamentales es la presencia del vector del virus, es decir de los mosquitos, cerca o dentro de hogares y edificios, y las temperaturas más cálidas al fin del verano y el otoño en el país”, expresó Rearte.
El cuarto factor es que el dengue “se está dando más en ciudades con más movimientos de las personas con salida a otros países limítrofes. Esa situación favorece que lleguen más personas con la infección. Luego, pueden ser picadas por mosquitos, que a su vez transmiten el virus a otras personas”, afirmó Rearte.
Además, el quinto factor que influye es la inmunidad dada por infecciones anteriores. El virus del dengue se presenta en cuatro serotipos. “Ya hubo brotes anteriores en Argentina con predominio del serotipo del dengue 1. La población quedó inmune para ese serotipo. Pero ahora está circulando el serotipo 2, y gran parte de la población no está protegida. Entonces hay muchos susceptibles para el serotipo 2”, señaló Rearte. En el NOA, hoy predominan los casos con el serotipo 2.
Al haber un predominio de circulación del serotipo 2, puede estar aumentándose “la probabilidad de infecciones secundarias –y, por consiguiente, el riesgo de inmunoamplificación-, pudiendo contribuir a un aumento de la presentación de formas clínicas más graves del dengue”, según advirtió en el comunicado de alerta del Ministerio de Salud de la Nación.
Desde la OPS, el doctor San Martín llamó a desarrollar una “cultura sanitaria”. “Necesitamos que toda la población -desde las familias, el personal de escuelas y universidades, los centros de trabajo- se sume e involucre para eliminar los criaderos de mosquitos y larvas durante todo el año. Porque, aunque no parezca, hoy los mosquitos son mascotas en los hogares. La población los deja estar en objetos que acumulan agua dentro o en los alrededores de los edificios en ciudades”, sostuvo.
Además, agregó: “El cambio climático también favorece las temperaturas más cálidas. También las situaciones de pobreza y la mayor urbanización contribuyen a la proliferación de los mosquitos. Por lo cual, se están favoreciendo a las poblaciones de mosquitos para que vivan junto a nosotros como mascotas. Ellos solo necesitan agua para criarse y personas para picar”.
Para San Martín, “la eliminación de los mosquitos debería pasar a ser una acción tan común como lavarse los dientes todos los días. Es cierto que a veces las personas no ven resultados tangibles. Porque al no convivir con mosquitos, no tienen la enfermedad. Pero hay que considerar que se está haciendo prevención y que no haya mosquitos ni casos de dengue es una señal de que adoptaron buenos hábitos”.
En tanto, Cecilia González Lebrero, a cargo de la gerencia operativa de epidemiología del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, dijo a Infobae que “lo importante es poder disminuir la cantidad de mosquitos que hay circulando para minimizar la posibilidad de que actúen como transmisores de la enfermedad. Un desorden ambiental fomenta la cría de más mosquitos con la consecuente mayor circulación y la posibilidad de propagación de la enfermedad”.
El clima, la temperatura y humedad -subrayó González Lebrero- “también tienen un papel importante porque determinan los tiempos en el ciclo del vector. Son muchos los factores que intervienen en la aparición de los casos y en el desencadenamiento del brote”.
Fuente: Infobae