El periodista y escritor, Gustavo Ng, visitó El Acople para hacer un análisis sobre la relación entre Argentina y China. En este marco, explicó cómo hizo el gigante asiático para erradicar la pobreza extrema y también dijo que a los chinos les preocupa el avance de la ultra-derecha en occidente “porque genera inestabilidad”.
Primero, Gustavo Ng dijo que “China, siendo el país más poblado del mundo, en 2021 logró erradicar la pobreza extrema”. En el mismo sentido, explicó que esto es considerado un hito, “no solo de China, sino también de toda la humanidad”. “Siempre pensamos que el mundo está mal y está por desbarrancar, pero aparece un país que representa una quinta parte del mundo en población y nos da esperanzas”, profundizó.
Seguidamente, comentó que el gigante asiático logró que “no haya más indigentes; que ningún chico se vaya a dormir sin comer y que ningún chico deje la escuela”. Gustavo Ng afirmó que esto comenzó en 1949, cuando en China adoptaron el socialismo y decidieron distribuir los bienes de una forma más equitativa “para que la población viva dignamente”.
Comentó que en aquel país hay 56 etnias, “pero hay una mayoritaria y las minoritarias son pobres”. “El Gobierno se enfocó en esa población, entonces, el Estado dio recursos a aquellos que producían cabras para que puedan producir más y así vender en el mercado”, agregó y expresó que esto se hizo durante 20 años para que la situación cambie.
PREOCUPACIÓN POR EL AVANCE DE LA EXTREMA DERECHA
Al ser consultado sobre el avance de la extrema derecha en occidente, Gustavo Ng sostuvo que “los chinos ven esto con preocupación, por la inestabilidad que genera en Europa, Estados Unidos y en los países occidentales”. “Para China la estabilidad es lo más importante: quieren crecer y desarrollarse, pero quieren una base firme y estable para eso”, indicó.
Según indicó el periodista y escritor, “los chinos entienden que el avance de la ultra-derecha en todo el mundo produce situaciones de inestabilidad y grandes obstáculos para el crecimiento de la población”. “Desde el punto de vista chino estas son malas noticias, porque a China le conviene que los otros países también se desarrollen”, comentó.
Finalmente, dijo que, pese a esta preocupación que tiene el país asiático por el avance de la derecha en occidente, “China es anti-intervencionista y no se mete en los asuntos internos de otros países”. “Mira esto con preocupación, pero se calla, no emite opinión sobre el tema y no va a intervenir”, cerró.