Durante su mensaje ante la 122° Asamblea Legislativa, el gobernador Gustavo Sáenz, aseguró que la pandemia permitió generar consensos y evitar grietas. Pero también admitió que no revisará la gestión anterior porque “no se puede mirar el futuro con los ojos en la nuca”.
Sáenz abrió en el Palacio Legislativo el período ordinario de sesiones de manera online, dadas las restricciones impuestas por el COVID-19. Entre otras cosas, dijo que se siente “uno con cada salteño que está pasando momentos de incertidumbre y angustia” y agradeció por el compromiso y solidaridad “en la emergencia que ha padecido nuestro Norte profundo y tanto tiempo postergado” y por la forma en la que “estamos haciendo frente a esta pandemia global“.
También dijo que la situación sanitaria “tan alarmante” obliga a replantear permanentemente las decisiones y planes, porque todas las previsiones cambiaron por la situación sanitaria “absolutamente excepcional”. Por supuesto, agradeció al personal de salud y las fuerzas de seguridad por el espíritu de sacrificio y la vocación de servicio. Y admitió que ha “tomado decisiones duras, extraordinarias y excepcionales”.
Además, el mandatario aseguró que cree “en los triunfos colectivos de los pueblos; en la unión que privilegia objetivos comunes frente a intereses personales o sectoriales; en el esfuerzo articulado entre el Estado y la sociedad civil; en la eficacia de unir aportes y capacidades de los municipios, la Provincia y la Nación para lograr cambiar el presente y asegurar un futuro mejor mediante el trabajo digno, el estudio, la creatividad y el esfuerzo” y allí apuntó que “la conciencia colectiva que nos ha unido contra un enemigo invisible es la misma que nos permite superar grietas, abandonar intereses sectarios y combatir como una comunidad a los otros enemigos comunes: la pobreza, el hambre, la desocupación, la inequidad, la desesperanza”.
Sáenz dijo que “iniciamos un camino con muchos obstáculos” y pidió mirarse “a la cara sin mezquindades ni especulaciones, sin la arrogancia que destruye a las personas y las sociedades…pensando en las urgencias y en el mediano y largo plazo, y siendo conscientes de la Salta real en la que vivimos y no de una imaginaria”.
Inmediatamente después, habló de los “lamentables fallecimientos de nuestros hermanos, pobres de toda pobreza, desnutridos y vulnerables” y reiteró que “somos una provincia pobre”, aunque “no deberíamos serlo”.
Sin embargo, el Gobernador dijo que “no se puede mirar el futuro con los ojos en la nuca” y que el gobierno evalúa “los errores pasados para no cometerlos”, pero aclaró que “nuestra meta es el hoy y el mañana”, con lo cual, dejó explícito que las posibles irregularidades que permitieron que persistiera el abandono de comunidades en el norte y otros aspectos, no serán revisadas por esta gestión. En cambio, sostuvo que no pretende “que lo construyamos en soledad, sino desde y con todos los sectores sociales, académicos, económicos y políticos”.