En El Acople el coordinador de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones, Martín Teruel, afirmó que todavía no se puede aventurar una lectura general y afirmar que la pandemia hizo que las personas consuman más o consuman menos estupefacientes. Sí advirtió que el consumo de alcohol en adolescentes no tuvo un incremento y que en adultos se dio una diversidad de situaciones, pero no necesariamente mayores consumos. “En algunos segmentos sí y en otros, no. Estamos en pleno proceso de estudiar eso, desde la Secretaría y a nivel nacional”.

De acuerdo al panorama brindado por Teruel, en el segmento de los adolescentes no aumentó el consumo de alcohol, debido a las falta de salidas. “No tienen “previa”, ni boliches, ni encuentros sistemáticos, al margen de los casos cuyas familias no pueden brindar una mayor contención”, indicó Teruel en El Acople y continuó: “Hay registros de una merma. La Universidad de Buenos Aires hizo un estudio preliminar y habla de dos o tres puntos en consumo de alcohol que se incrementó en adultos. Debemos ir con cierta calma para poder dimensionar estas cuestiones”, precisó.

En tanto, Teruel destacó que “lo que también nos muestra la pandemia es que los modos de relacionarse que tienen las personas con las drogas son múltiples” y que hay personas a las que la cuarentena les trajo alivio del trabajo y de tensiones, mientras a otras el aislamiento las estresó más.

“Eso se empezó a ver con el transcurso de la pandemia. Incluso en los primeros días, había personas que estaban de minivacaciones, como en un jueguito, hasta que les cayó la ficha de que estaban sin trabajar y sin generar ingresos. Otros, en cambio se sintieron más aliviados”, aseguró.

Por último, Teruel sostuvo que algunos pacientes que hacían tratamiento con internación continuaron internados y que se produjo una situación muy llamativa, porque cuando se decretó la emergencia sanitaria, algunas familias incluso dijeron que querían al ser querido de vuelta en casa. “Lo que pasó también con la emergencia sanitaria, es que los distintos niveles de atención, excepto las guardias, redujeron los turnos programados y pudimos establecer atenciones vía remota para que los pacientes que no podían asistir a un turno pudieran tenerlo por videollamada o al menos por teléfono”, dijo el funcionario.

También destacó que siempre que hizo falta se indicó a los pacientes concurrir a las guardias, (por ejemplo, del Hospital Ragone), y hacer un seguimiento con actividades online, talleres y espacios que ayudaran a pasar el tiempo de una manera más saludable.

“Fueron intentos que se hicieron, y la verdad es que en general, la mayoría de los pacientes en tratamiento han podido seguir con estas modificaciones. Incluso algunos que no siguieron en su momento volvieron a aparecer ahora, por la vuelta de los turnos presenciales”, finalizó.