De esta manera, YPF no consiguió el porcentaje mínimo de aceptación para cumplir con la normativa de acceso al MULC, pero el visto bueno del BCRA apaciguó las aguas. En otras palabras, el Central cederá más dólares de los que la reglamentación manda para pagar a los bonistas que no entraron el canje.
Ahora bien, resuelta la intriga de YPF, las provincias volverán al centro de la escena después de carnaval. Por un lado, Salta formalizará el cambio de términos de su bono en dólares a 2024. La propuesta salteña, que cuenta con el aval del principal grupo de acreedores, es la más generosa en términos de valor de recupero dentro de todos los acuerdos ya cerrados.
Además, la Ciudad de Buenos Aires afrontará el próximo viernes la última cuota de amortización de su bono 2021. Tras ese pago de US$185 millones entre capital e intereses, la Ciudad tendrá despejado todo pago de capital en moneda extranjera hasta junio de 2025.
Por otra parte, quedamos expectantes a la propuesta formal de Entre Ríos, la cual el jueves pasado por la noche llegó a un acuerdo con el grupo que posee el 58% de los US$500 millones de su bono 2025. Recordemos que la provincia del litoral permanece en default desde septiembre y es el único caso donde los acreedores avanzaron con una presentación judicial en Nueva York.
¿Cómo sigue esta película en el resto del país? De las catorce provincias que poseen bonos en dólares, ya cinco de ellas consiguieron cerrar operaciones de reestructuración exitosas. La primera en alcanzar dicha épica fue Mendoza seguida por Rio Negro, Neuquén, Chubut, Córdoba, y seguramente en breve, Salta y Entre Ríos se unirán a este selecto club. Fuera de ellas, CABA y Santa Fe no exhibieron planes para reestructurar sus respectivos bonos, y difícilmente lo hagan en el corto plazo.
Todavía cinco provincias están en proceso de negociación. En números, la deuda pendiente de reestructuración suma US$7830 millones (sin contar Entre Ríos), del cual el 90.9% corresponde a los bonos de la Provincia de Buenos Aires. Entre estas cinco jurisdicciones, Jujuy y Tierra del Fuego siguen pagando cupones, mientras que PBA, La Rioja y Chaco negocian en condición de default.
De todas ellas, el mayor interrogante recae sobre Buenos Aires. La Provincia está en cesación de pagos desde el 15 de mayo del año pasado y la única propuesta de canje presentada en abril de 2020 fue extendida sin modificación alguna en doce oportunidades. A diferencia de la mayoría de las reestructuraciones de sus pares, PBA tiene una tarea más difícil dada la heterogeneidad de su endeudamiento. Los US$7.150 millones de su deuda elegible se dividen en once títulos en dólares y euros, así como en dos diferentes indentures (o condiciones legales) al igual que el soberano.
No hay dudas que el equipo económico de Kicillof debe mejorar la propuesta para alcanzar un acuerdo. Teniendo en cuenta lo aprendido en otras provincias, se debe quitar el recorte de capital, eliminar el período de gracia, mejorar los cupones, reducir las maturities y tomar en cuenta el interés acumulado hasta el momento. Haciendo algunos números, simulamos una propuesta que cumpla esas condiciones para un valor de recupero promedio de US$66.77/US$54.4/US$47.8 para un rango de tasas de 10/13/15%, lo cual yace por debajo del resto de los acuerdos provinciales.
Hasta el momento, la fragilidad fiscal de la provincia, y su mayor dependencia de las transferencias del Gobierno Nacional, retrasaron el avance legal de los acreedores. Un beneficio que Entre Ríos –de mejor data fiscal-, no gozó. Sin embargo, siempre existen límites. En la medida en que aumente el gasto con fines electorales, y no aparezcan novedades sobre la mesa, la paciencia de los bonistas se podrá ir deteriorándose.
Fuente: Ámbito