«Cantores en sus calles, desiertos mezclados con valles y selvas. Así es Salta, el destino por descubrir en el norte de Argentina», empieza la nota publica en la revista colombiana Diners, en la que Oscar Mena cuenta las maravillas que ofrece Salta. La compartimos:La canción Los hijos de Gardel, de la compositora Laura Canoura, juega con una metáfora que es digna de recordar en estos tiempos de constante cambio. Su letra habla de aquellos que sienten la patria como algo más que una identidad, que la cargan para todo lado como una valija sin guardar. Justamente como sucede en Salta, un destino cultural y gastronómico que conserva las costumbres de los argentinos de antaño, que lejos de las múltiples mezclas que suceden en la capital, entonan las canciones que hablan de la otra cara de Argentina.

Su ubicación en la zona norte del país -limita con Bolivia, Paraguay y Chile- explica su herencia europea mezclada con las raíces andinas. En su centro histórico se encuentra la basílica de San Francisco, el convento de San Bernardo y la plaza 9 de julio, además de diferentes peñas salteñas donde se baila y canta a ritmo de sambas (que se bailan con un pañuelo al estilo sanjuanero) y las chacareras a ritmo de bombo, guitarra acústica y violín.

“Salta es una forma diferente de conocer la República de Argentina, porque tiene atractivos únicos en Sudamérica como el Tren de las nubes, que está suspendido a 4.200 metros sobre el nivel del mar, lo que lo hace uno de los más altos del mundo. Este sale de San Antonio de los Cobres hasta el Viaducto La Polvorilla. Tiene ocho vagones con capacidad para 480 personas”, comenta Manuela Arancibia, presidenta del instituto para la promoción turística de Salta.

A esto se le suma su teleférico que llega a un balcón natural donde se puede ver que el casco histórico y la ciudad es una mezcla de calles, bosques, montañas y desiertos separados por unos cuantos kilómetros. “A 30 minutos tenés selva, a otros 30 minutos tenés desierto y a otros 30 tenés montañas, las cuales están adaptadas para el turismo de aventura, como sucede con el mountain bike”, comenta Arancibia.

La temperatura y el precio ideal para todo el año

Salta cuenta con 27 grados centígrados que se mantienen a lo largo del año. Este fenómeno se explica por ubicación geográfica dentro del Valle de Lerma. “Esto genera una amplitud térmica que por la noche baja la temperatura y por el día sube y se mantiene estable”, cuenta Arancibia.

A esto se le suma su cosecha de vinos de altura, que al igual que el café, adquiere unos sabores especiales porque los viñedos tardan más en madurar. “La torrontés es nuestra cepa de vino y es única de toda Argentina y Latinoamérica. Tenemos 40 bodegas y recientemente en el Valle Calchaquíes se incorporaron las experiencias de enoturismo y degustación”, cuenta la experta.

Lo más interesante del viaje a Salta está en sus precios, diseñados para que el colombiano pueda visitar todas sus zonas turísticas. “Una estadía en Salta para tres personas sale en 100 dólares. Es la oportunidad para aprovechar la devaluación del peso argentino y apoyar el turismo en Latinoamérica”, comenta Arancibia.

Gastronomía salteña

A diferencia de toda la Argentina, en Salta se encuentran las empanadas de antaño, de aquellos argentinos que siguen con la valija sin guardar. “Si quiere identificar una empanada salteña, tiene que contar 21 repulgues así como lo enseñan las cocineras de nuestra región. También son las únicas que tienen papa y carne cortada a cuchillo. Incluso, algunas cocineras las hacen fritas y otras al horno. Son un plato obligatorio para probar en nuestra región”, dice Manuela Arancibia.

La empanada se complementa con las clásicas parrilladas, sus restaurantes de comida gourmet, donde puede pedir tamales y humitas (envueltos), además de dulces regionales elaborados con productos de la zona, acompañados con una gran variedad de vinos de altura en sus variedades cabernet, malbec y torrontés.

La ruta del vino

Esta ruta está diseñada entre los departamentos de Cafayate, San Carlos, Cachi, Molinos y La Viña, donde se cuenta la historia de los jesuitas y las primeras vides de la región, que en el paisaje están adornadas por montañas esculpidas por el viento. También encontrará el Museo de la Vid y del Vino, que a través de una muestra interactiva le cuenta el desarrolló de esta actividad tan representativa para la comunidad argentina.

En Cachi, a 2.000 metros sobre el nivel del mar, encontrará las tierras donde se cultivan pimientos y las edificaciones de la región, como la Iglesia San José de Cachi construida en el siglo XVIII y que fue declarada Monumentos Histórico Nacional en 1945.

Es así como la Ruta del Vino se adentra a lo profundo de Salta y del lado desconocido de Argentina con sus valles y paisajes que llevan el sello inconfundible de los viñedos que se entretejen con todo lo que ofrece este destino turístico para visitar en 2023.

Fuente: Revista Diners