Tras reunirse con empresarios, el Gobierno adelantó que trabaja en una reforma laboral e impositiva que implicaría una reestructuración profunda del sistema tributario. Entre las medidas en análisis figura la eliminación del Monotributo, un régimen simplificado al que actualmente adhieren cerca de 3 millones de trabajadores y pequeños contribuyentes.
Según publicó Clarín, el contenido de las propuestas figura en un documento reservado titulado “Una reforma para formalizar la economía, impulsar el mercado de capitales y resolver la sustentabilidad previsional”. El texto incluye modificaciones sobre la Ley de Procedimiento Tributario y la Ley de Seguridad Social, aunque los detalles definitivos se conocerán una vez vencido el plazo de confidencialidad del Consejo de Mayo, previsto para el 15 de diciembre.
Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, ya se aplicaron ajustes sobre los regímenes de monotributo y autónomos, junto con una primera fase de flexibilización laboral. Sin embargo, la informalidad laboral se mantiene en niveles altos (alcanza al 50,6% de los trabajadores) y la recaudación muestra una caída real, lo que empuja al Ejecutivo a buscar mecanismos para ampliar la base tributaria sin incrementar la presión fiscal sobre el sector productivo.
Con el respaldo obtenido en las últimas elecciones legislativas, el Gobierno planea una segunda etapa de reformas que incluiría una flexibilización laboral más profunda y una reconfiguración del sistema impositivo para reducir costos al empleador e integrar a más contribuyentes al régimen general.
Uno de los puntos más sensibles es la eliminación del Monotributo. La propuesta oficial prevé que los actuales inscriptos pasen al régimen de autónomos, medida que (según fuentes oficiales) busca mejorar la trazabilidad de los ingresos y reducir la evasión. Quienes superen determinados umbrales quedarían alcanzados por IVA y Ganancias, mientras que se ampliarían las deducciones personales para compensar el cambio.
En Argentina existen unos 2,1 millones de monotributistas registrados, aunque los cálculos extraoficiales elevan el número real a más de 3 millones.
Para los autónomos, el Ministerio de Economía analiza una actualización del valor de las cuotas mensuales (que podrían duplicarse) y un esquema de deducciones más amplio. También se establecería un mínimo de facturación para el pago de IVA equivalente a la categoría F del Monotributo, es decir, unos $3 millones mensuales.
En cuanto al Impuesto a las Ganancias, se evalúa reducir el piso del mínimo no imponible a un salario promedio de $1,7 millones brutos y rebautizarlo como “Impuesto sobre los Ingresos Personales”. La modificación permitiría incorporar a cerca de 3 millones de nuevos contribuyentes.
El paquete incluye, además, rebajas en las cargas patronales para fomentar la contratación formal. Las contribuciones de las empresas bajarían del 25,5% al 22%, y hasta el 17% en los casos de creación de empleo neto. Paralelamente, se impulsa la creación de un Fondo de Cese Laboral (similar al modelo de la UOCRA) que reemplace la indemnización tradicional por un aporte mensual del empleador.
Con este esquema, el Gobierno apunta a reducir los costos laborales, facilitar la contratación y disminuir la litigiosidad. Pese a que las cargas patronales bajaron sostenidamente desde 1993, la informalidad aumentó, y esa tendencia es la que el Ejecutivo busca revertir con la nueva estructura.
Fuente: Dame Noticias/Clarín








