Los rubros de servicios ligados a las vacaciones de invierno, como Hoteles, Recreación y Transporte, aumentaron más del 3 por ciento. Alimentos y bebidas triplicó su alza mensual al compararlo con junio. El IPC de los trabajadores aumentó 2 por ciento en julio, según UMET
En los primeros siete meses del año, la suba acumulada es del 16,3 por ciento, lo que —de mantenerse el ritmo actual— proyectaría una inflación anual del 29,6 por ciento. Sin embargo, el informe advierte que el salto cambiario de julio presiona sobre los precios de bienes básicos y podría acelerar el índice en los próximos meses.
Las divisiones con mayores incrementos en julio fueron Restaurantes y hoteles (+3,3 por ciento), Recreación y cultura (+3,2 por ciento) y Transporte (+3 por ciento), en todos los casos vinculadas a la temporada de vacaciones de invierno, con subas destacadas en hoteles, paquetes turísticos y pasajes de avión.
En Alimentos y bebidas no alcohólicas (+1,9 por ciento), el aumento fue impulsado por frutas y verduras, con un marcado componente estacional. El único rubro en baja fue Prendas de vestir y calzado (-1,4 por ciento), afectado por el fin de temporada y la apertura de importaciones.
El director ejecutivo del CCD y exministro de Educación, Nicolás Trotta, advirtió que la inflación de alimentos “más que triplicó” la variación mensual de junio, pasando del 0,6 al 1,9 por ciento.
“Este es apenas el efecto inicial de la devaluación de julio y tendrá repercusiones en agosto. Es un dato alarmante porque, con una política salarial que congela aumentos nominales en torno al 1% mensual, la suerte del salario real depende casi por completo de la inflación. Más alarmante aún si se considera que, pese a la importante reducción de la inflación que tuvo lugar desde comienzos de 2024, los salarios reales registrados son aun 5,5% inferiores que en noviembre de 2023”, señaló.
En tanto, el coordinador general del IET, Fabián Amico, subrayó que el salto del dólar oficial en julio —del 14 por ciento— ya empezó a reflejarse en alimentos y tendrá un efecto inevitable sobre el costo de insumos importados.
“El traslado a precios no es inmediato, pero los primeros sondeos de agosto muestran nuevas subas en bienes de primera necesidad. El pass-through podría ser más bajo si el Gobierno logra evitar que los salarios acompañen. En ese caso, la menor transmisión se debería a la caída del salario real y a la debilidad de los trabajadores”, explicó.
El IET detectó que la inflación fue más alta en hogares con jefes no asalariados (2,1 por ciento) y más baja en asalariados informales y desocupados (alrededor del 1,9 por ciento). También se observó una mayor suba en los hogares de mayores ingresos (2,35 por ciento en el decil más alto) por el peso del turismo, frente al 1,9 por ciento o menos en los de ingresos bajos.
Por rama de ocupación, el alza fue más marcada en sectores de ingresos altos, como finanzas, servicios profesionales y salud, y más moderada en agro, construcción y servicio doméstico. Desde noviembre de 2023, la inflación acumulada fue mayor en trabajadores de servicios profesionales y comercio, y más baja en petróleo y minería.
El informe también señaló que la inflación acumulada desde noviembre de 2023 fue más elevada en hogares de jubilados y propietarios. En julio, los inquilinos sufrieron más por la suba de alquileres (2,1 por ciento), mientras que en propietarios el aumento fue del 1,8 por ciento.