Abel Cornejo dejó de ser procurador General para asumir como ministro de Seguridad y Justicia de la Provincia. La ceremonia de juramento fue encabezada por el gobernador, Gustavo Sáenz, quien se mostró optimista ante la asunción del nuevo funcionario. Por su parte, Cornejo resaltó que implementará un Plan de Seguridad Provincial y que le preocupa lo que ocurre en la frontera norte.

En un acto cumplido en Casa de Gobierno, el gobernador Gustavo Sáenz tomó juramento a Abel Cornejo como nuevo ministro de Seguridad y Justicia de la provincia de Salta.

“Hoy es un día especial porque me da la oportunidad de agradecer a cada uno de los que me acompañaron en estos casi dos años de Gobierno”, indicó el Gobernador quien remarcó las dificultades que planteó la pandemia y “en donde cada decisión que se tomó fue pensando en el bienestar de todos los salteños”.

Sáenz agradeció al ministro de Seguridad saliente, Juan Manuel Pulleiro que “entendió que había cumplido un ciclo en la cartera de Seguridad” y destacó especialmente el gesto de Abel Cornejo de “asumir este desafío y ponerse al frente de la cartera, dispuesto a estar en el lugar que el pueblo lo necesite”.

“Somos un gran equipo de trabajo y tenemos mucho por hacer, por lo que estamos esperanzados en esta nueva etapa que se abre pospandemia”, señaló Sáenz.

El ministro Abel Cornejo cuenta con una amplia trayectoria jurídica y académica, desempeñándose como Juez de la Corte de Justicia de la Provincia de Salta, Presidente del Consejo de la Magistratura de Salta, Juez Federal N°1 de la Provincia, Consejero de la Magistratura de Nación. Hasta asumir al frente del Ministerio de Seguridad y Justicia, fue Procurador General de Salta.

Luego de su juramento, Cornejo señaló que le gustan los desafíos. Además, indicó que va a trabajar con un Plan Provincial de Seguridad que tiene ejes concretos. En este sentido, se mostró preocupado por el doble homicidio en la autopista Circunvalación Oeste y dijo que no se trata de un hecho aislado.

También comentó que hay problemas de la frontera que han entrado 300 kilómetros más abajo en el territorio, pero que estas cuestiones exceden a la Seguridad provincial, por lo tanto, hace falta encuadrar un Plan Federal de Seguridad.