Consultoras y economistas hicieron una proyección de la inflación para enero y los resultados no son alentadores. Según explicaron, el IPC de enero se ubicará por encima del de diciembre de 2022. Estiman que será del 5,8%, es decir, un 0,7 superior a la inflación que se registró en el último mes del año pasado. Los precios regulados como tarifas, combustibles y prepagas, tuvieron una aceleración en las dos primeras semanas de enero y eso repercutirá en el índice de precios al consumidor.
Las consultoras económicas, ya sobre el final del primer mes de 2023, estiman que la inflación mensual rondará casi el 6% y probablemente esté por encima del nivel registrado el mes anterior (5,1% en diciembre de 2022). La suba de precios de los alimentos, y algunos servicios regulados, impulsaron esta aceleración del costo de vida en enero, apuntan, al tiempo que ya vienen alertando por los aumentos que se vienen en febrero. Mientras que el número del Indec se ubicará más cerca del 5%, estiman fuentes oficiales.
“Para enero vemos una aceleración de la dinámica inflacionaria de casi el 6% respecto a diciembre. En los próximos meses aparecen algunos riesgos que hacen pensar que la inflación se va mantener elevada y que va a ser difícil que comience con un número 3 adelante a partir de segundo trimestre del año, como quería el ministro Sergio Massa”, señaló el economista Santiago Manoukian, de la consultora Ecolatina.
Sobre el piso elevado que dejó el cuarto trimestre de 2022 -de 5,4% mensual- se suman ahora el posible impacto de la sequía sobre el precio de los algunos alimentos, un incremento de la carne vacuna, la dinámica de las subas salariales y los ajustes pendientes de la tarifa de los servicios públicos, que van a seguir presionando sobre el nivel de precios, analizaron desde esa consultora.
“La intención del Gobierno de ordenar la inflación al 60% anual, en un contexto de ajuste fiscal y contracción monetaria, no luce descabellada pero todavía están desalineados los precios relativos y vigentes los mecanismos de propagación de la inflación, por lo que se vuelve una tarea muy desafiante, máxime en un año electoral. No obstante, apuntar a una inflación mensual de 4% es mejor que intentar que intentar solamente que no se acelere. Es sano apuntar ahí, lo cual no es significa lo mismo que sea factible”, agregó Manoukian.
Desde la consultora Analytica proyectan un número similar, cercano al 5,8%, como consecuencia de los aumentos en precios regulados y también del alza en alimentos. Sin embargo, ya estiman que en febrero podría haber una desaceleración, por menores aumentos en los precios regulados, y en ese caso la proyección es de 5,2%.
Pero no coinciden otros analistas y economistas con respecto a este mes. Es que se viene los aumentos en las tarifas de energía, pero también en los combustibles, prepagas y alquileres. Además, advierten sobre el precio de la carne que se disparó en estos últimos días tras las primeras lluvias tras la sequía.
as consultoras económicas, ya sobre el final del primer mes de 2023, estiman que la inflación mensual rondará casi el 6% y probablemente esté por encima del nivel registrado el mes anterior (5,1% en diciembre de 2022). La suba de precios de los alimentos, y algunos servicios regulados, impulsaron esta aceleración del costo de vida en enero, apuntan, al tiempo que ya vienen alertando por los aumentos que se vienen en febrero. Mientras que el número del Indec se ubicará más cerca del 5%, estiman fuentes oficiales.
“Para enero vemos una aceleración de la dinámica inflacionaria de casi el 6% respecto a diciembre. En los próximos meses aparecen algunos riesgos que hacen pensar que la inflación se va mantener elevada y que va a ser difícil que comience con un número 3 adelante a partir de segundo trimestre del año, como quería el ministro Sergio Massa”, señaló el economista Santiago Manoukian, de la consultora Ecolatina.
Sobre el piso elevado que dejó el cuarto trimestre de 2022 -de 5,4% mensual- se suman ahora el posible impacto de la sequía sobre el precio de los algunos alimentos, un incremento de la carne vacuna, la dinámica de las subas salariales y los ajustes pendientes de la tarifa de los servicios públicos, que van a seguir presionando sobre el nivel de precios, analizaron desde esa consultora.
“La intención del Gobierno de ordenar la inflación al 60% anual, en un contexto de ajuste fiscal y contracción monetaria, no luce descabellada pero todavía están desalineados los precios relativos y vigentes los mecanismos de propagación de la inflación, por lo que se vuelve una tarea muy desafiante, máxime en un año electoral. No obstante, apuntar a una inflación mensual de 4% es mejor que intentar que intentar solamente que no se acelere. Es sano apuntar ahí, lo cual no es significa lo mismo que sea factible”, agregó Manoukian.
Desde la consultora Analytica proyectan un número similar, cercano al 5,8%, como consecuencia de los aumentos en precios regulados y también del alza en alimentos. Sin embargo, ya estiman que en febrero podría haber una desaceleración, por menores aumentos en los precios regulados, y en ese caso la proyección es de 5,2%.
Pero no coinciden otros analistas y economistas con respecto a este mes. Es que se viene los aumentos en las tarifas de energía, pero también en los combustibles, prepagas y alquileres. Además, advierten sobre el precio de la carne que se disparó en estos últimos días tras las primeras lluvias tras la sequía.
FUENTE: EL DÍA