En México, Cuba, Brasil y Argentina, entre otros países, se dieron los primeros pasos para usar la “técnica del insecto estéril”, con el objetivo de reducir las poblaciones de mosquitos. Las diferentes opiniones de investigadoras científicas
Cerca de 500 millones de personas están actualmente en riesgo de contraer dengue en América. Desde las ciencias se transitan diferentes caminos para controlar las poblaciones de los mosquitos – como el Aedes aegypti– que pueden transmitir el virus que causa el dengue.
Una de las opciones es el desarrollo de una técnica que hace que los insectos machos pasen a ser estériles con el objetivo de reducir sus poblaciones en el futuro. Ya hubo diferentes experiencias preliminares con el uso de la llamada “técnica del insecto estéril” en mosquitos en Brasil, Cuba, México y España.
En la Argentina, se dio el primer paso: se hizo una liberación de 4.328 mosquitos para evaluar cuál era su dispersión y su nivel de supervivencia. Esos mosquitos eran estériles y luego fueron recapturados. Para que sean estériles, se aplica radiación Gamma.
Hacer que los mosquitos se vuelvan estériles podría ser una alternativa para que haya menos casos de dengue. Pero también esa opción implicaría riesgos.
El concepto de la técnica del insecto estéril fue del entomólogo estadounidense Edward F. Knipling. Se utilizó por primera vez para el control de la población del gusano barrenador del ganado en la década de 1950. Desde entonces, se la usó como parte del manejo para contener, prevenir e incluso erradicar localmente poblaciones de insectos plaga y vectores de enfermedades.
En la Argentina, se la viene usando para el control de la mosca de la fruta en islas ecológicas, como los oasis productivos de Mendoza y San Juan. Desde 2016, en la Comisión Nacional de Energía Atómica de la Argentina (CNEA), se investiga el uso de la técnica del insecto estéril contra los mosquitos.
“Nuestro proyecto se lleva a cabo con la idea de llegar a liberar mosquitos machos estériles en un territorio para que compitan con los machos fértiles. De esa manera, se podría reducir la población de mosquitos que transmiten tanto el virus del dengue como del Zika y el chikunguña”, contó a Infobae la bióloga Mariana Malter Terrada, jefa del departamento de Aplicaciones Agropecuarias de la CNEA.
El plan de ese grupo de investigación es criar mosquitos en el laboratorio, seleccionar solo a los mosquitos machos, y luego esterilizarlos con radiación Gamma. Si se liberaran en un sitio, esos mosquitos copularían con hembras salvajes y no producirían descendencia. “Con cada liberación de mosquitos estériles, podría reducir un 10% la población de los mosquitos salvajes”, estimó Malter Terrada.
Marianela García Alba y otros colegas del Centro Atómico Ezeiza trabajaron en la liberación de los 4.328 mosquitos machos. Se logró un nivel de esterilidad del 99% durante el estado de pupa del mosquito, y luego fueron marcados con un polvo fluorescente.
Luego, esos mosquitos fueron recapturados en 23 trampas durante 15 días. “La experiencia nos sirvió para tener datos sobre la distancia de dispersión de los mosquitos y para confirmar que tienen la misma expectativa de vida que los insectos a los cuales no se les aplica la irradiación”, señaló la científica Malter Terrada.
Los resultados del trabajo se presentaron recientemente en la XII Jornadas Regionales sobre Mosquitos, organizadas por la Universidad Nacional de Jujuy.
Con diferentes estudios que han realizado, la científica estimó que este año ya se podría hacer una prueba piloto para evaluar cuál sería la eficacia y la seguridad de la liberación de mosquitos estériles como método de control. “Para llevar a cabo una prueba piloto se necesita la autorización de los municipios y que se haga una campaña de comunicación con la sociedad para que no se generen mitos ni alarmas innecesarias”, comentó la investigadora.
“La técnica del insecto estéril no se plantea como la única alternativa para el control de los mosquitos. Consideramos que debe ser un complemento del descacharrado que las personas deben realizar para eliminar los criaderos de mosquitos en sus hogares y zonas cercanas”, afirmó la investigadora de CNEA.
Sin embargo, desde otra perspectiva científica, la técnica del insecto estéril contra los mosquitos podría implicar riesgos. “Las poblaciones de mosquitos han estado aumentando en ciudades como Buenos Aires. Es clave que se considere al control de las poblaciones como una prioridad de la sociedad, pero la técnica del insecto estéril no debería considerarse como la solución al problema”, sostuvo al ser consultada por Infobae la doctora Sylvia Fischer, del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet.
Para Fischer, “esperar que el Estado desarrolle la técnica del insecto estéril y la implemente en el futuro sería una opción verticalista, que no incluirá la participación de la comunidad”.
También -señaló Fischer- la implementación de la técnica podría erosionar la posibilidad de que se realice una estrategia efectiva de prevención que permita trabajar sobre el conocimiento y las actitudes para que las personas puedan cambiar sus comportamiento para que eliminen los criaderos de mosquitos en sus hogares.
“Las personas podrían creer que con la técnica ya basta y que ellas no tienen nada que hacer para la prevención del dengue”, señaló.
Otra objeción es que “los mosquitos salvajes pueden aprender a identificar a los estériles, podrían evitarlos y no aparearse con el paso del tiempo”, indicó Fischer como posibilidad. También hay un riesgo de que se liberen hembras de mosquitos. Esas hembras pueden picar a las personas y por lo tanto aumentan el riesgo de transmisión cuando hay circulación viral.
Desde el Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la directora de sanidad vegetal Wilda Ramírez manifestó una opinión diferente. “La técnica del insecto estéril se ha venido aplicando a plagas relacionadas con la agricultura. Es una herramienta amigable con el ambiente. Sirve para la prevención o para el control dentro de una gestión integral de plagas”, detalló.
“Me parece -afirmó Ramírez- sumamente novedoso que la técnica ahora se aplique a los mosquitos y sea desarrollado por la Comisión Nacional de Energía Atómica, donde hay muy buenos profesionales. Hay varios países que están trabajando en esta tecnología. Cada herramienta debe sinergizar con las demás como es el caso de eliminar los criaderos de mosquitos. Toda la población debería contribuir y comprometerse en la prevención del dengue”.
Fuente: Infobae