Maestras salteñas volvieron a movilizarse este jueves. Además del reclamo salarial, docentes rurales llevaron su lucha contra las fumigaciones con agrotóxicos y el modelo sojero. la provincia con cortes en distintos puntos de la ciudad. Miles acudieron a la marcha que había sido votada en una asamblea el pasado lunes. La docencia autoconvocada exige al gobernador Gustavo Sáenz que los reciba y mejore la propuesta salarial, que otorgue la cláusula gatillo y que no descuente los días de paro.

Entre los carteles y banderas que en la marcha hacían referencia a esta demanda y a los departamentos, localidades e instituciones que dicen «presente», llamaba la atención una:

«Basta de fumigar escuelas rurales» «Agronegocio (soja) envenena» reza en el lienzo verde

Docentes del departamento de Anta, uno de los principales lugares de cultivo de «la soja salteña», llevaron la pelea contra el agromodelo que afecta directamente a las escuelas rurales con el uso de agrotóxicos en los campos lindantes. Una vecina de Joaquín V. González informo que en su región, «la soja invade todos los campos en cercanía de pueblos y de escuelas. Muchas están enclavadas en medio de los campos sojeros y las avionetas y las pulverizadoras terrestres, que se les llama mosquito, pasan por el lado de la escuela. Está la escuela, el alambrado y el lote. Este es el caso de la escuela de Piquete Cabado, las escuelas en Las Lajitas, en Gaona, en Salta Forestal y en otras, son muchas».

Las condiciones de trabajo y de estudio en zonas rurales, para maestras y alumnos, está atravesada por la toxicidad que significa que alambrado de por medio los empresarios sojeros rocíen agroquímicos y lleguen literalmente a fumigar las instituciones educativas.

«No hay legislación vigente que proteja a las escuelas, a docentes y alumnos y entonces son intoxicados gradualmente. Hay docentes que capaz que no caen desmayados en el momento pero a veces tienen urticaria, por ejemplo».

Y agrega, taxativa: «Entonces la lucha de las docentes es valedera por el tema salarial que siempre está postrado pero también es el tema del respeto a las escuelas, a los docentes y a los alumnos por la cuestión de la salud. Las maestras rurales dejan su salud en las escuelas, dejan su vida literalmente en las escuelas», comentó la vecina.

A la fuerza desplegada por la docencia en defensa de su salario, se le sumó la lucha contra los agrotóxicos con los que los empresarios del extractivismo agrícola fumigan poblaciones enteras, desde escuelas hasta comunidades indígenas cercanas a sus campos y que hoy pelean contra el hambre, por salud y educación intercultural bilingüe. Un pequeño ejemplo de que esta pelea guarda una gran potencionalidad para fortalecer a todas las luchas, si estas se unifican.

Las docentes de la agrupación 9 de abril piden que la CTERA llame a un paro nacional para nacionalizar el conflicto de Salta, Tucumán y Chubut. Para fortalecer la lucha por salarios indexados según la inflación y no se descuenten los días de paro. Hay que invertir las prioridades. Contra el ajuste del FMI, no hay que pagar la deuda externa y la plata tiene que ir para salud, educación, vivienda, trabajo, para las comunidades y terminar con las escuelas rancho.

Fuente: http://laizquierdadiario.com/