El dirigente socialista de 65 años había presentado una desmejora clínica “con signos de inestabilidad”, en el marco de su cuadro crítico por el COVID-19.

Este domingo, a los 65 años, murió el ex gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, en la ciudad de Rosario, donde se encontraba internado en terapia intensiva luego de que semanas atrás se le diagnosticara COVID-19.

El último parte médico, difundido el jueves pasado, había precisado que Lifschitz presentaba una desmejora clínica “con signos de inestabilidad, en el marco de su cuadro crítico” por el coronavirus.

Al diputado provincial le diagnosticaron la enfermedad el pasado 11 de abril. Si bien él mismo reveló en sus redes sociales que se encontraba “bien en general”, no pudo completar el aislamiento en su domicilio y debió ser asistido en una clínica rosarina ya que con el correr de los días su cuadro se fue agravando.

En principio fue internado en una sala común el 19 de abril. Sin embargo, a raíz del agravamiento de la situación fue trasladado a terapia intensiva a la semana siguiente. Desde el Sanatorio Parque se indicó a través de un comunicado que Lifschitz había sufrido “una desmejoría de su cuadro pulmonar”, por lo que comenzó a ser tratado con asistencia mecánica respiratoria, “recibiendo todos los soportes terapéuticos correspondientes”.

Desde el entorno del dirigente socialista habían explicado que se encontraba en coma farmacológico, ya que “con el respirador es necesario dormir al paciente para que no compita con el sistema”. “Venía de varios días necesitando más oxígeno y bueno, no había otra cosa para compensarlo”, indicaron semanas atrás.

FUENTE: INFOBAE